“Un día, allá por el fin del mundo”, de Nora Strejilevich
por Carlos Alcalde
Cada proyecto de la protagonista termina en un fracaso: el proyecto de la familia de clase media argentina, el proyecto del amor, el proyecto de establecerse en un Kibbutz, el proyecto del viaje de aprendizaje; incluso el proyecto de establecerse definitivamente en Santiago fracasa por problemas con las transferencias de dinero para comprar un apartamento. Al final sabemos que los proyectos fracasaban porque todavía no se había concretado el primero de todos, el de la Justicia. Continuar leyendo