Día Cero

por Carlos Durán Migliardi

Emergían en esta jornada inaugural de la Convención Constitucional los primeros signos de lo que será la trama política de este proceso: una derecha parapetada en su condición minoritaria y que, al parecer, optará por mantener su lugar antes que salir a ganar batallas en terreno ajeno; una ex Concertación que desaparece como actor político relevante, salvo las señales dadas por una bancada socialista aparentemente más cercana al FA que a sus antiguos socios; un Frente Amplio intentando actuar -hasta ahora con éxito- como bisagra para la construcción de mayorías; una alianza PC-FA que no garantiza unidad de acción en todos los planos; una Lista del Pueblo que, en general, tenderá a actuar en coordinación y un mundo independiente diverso y no asimilable a ninguno de los bloques en formación. Continuar leyendo

Sobre los debates de primarias

por Gonzalo Silva Brunetti

En el debate de Apruebo Dignidad había que hacer un esfuerzo muy grande para poder vincular las propuestas contingentes, parciales y acotadas de los candidatos, a un horizonte de emancipación humana en el sentido antes mencionado. Se puede, por cierto, alegar que lo que se está planteando ahí es de carácter programático, pensando para un gobierno de 4 años, por tanto, debe ser realista y realizable. Sin embargo, en el ámbito de la comunicación política, que intentamos comprender aquí, la falta de referencia a un horizonte de superación del capitalismo parece ser más bien una renuncia ideológica. Continuar leyendo

Juan Forn: Suspendido sobre la línea de la rompiente

por Roberto Contreras

Para los lectores de la llamada narrativa sudamericana de Planeta, su título de cuentos Nadar de noche (1991), puede resultar familiar para la cultura, observada, seguida o encarnada de los adultos jóvenes de los 90’s. Acaso en lo que une a cierto corte generacional que coincide con el despegue-carrete de la postdictadura en ambos lados de la cordillera, más la consabida transición que mantendría viva la pregunta del protagonista de su cuento, “El borde peligroso de las cosas”: “¿Por qué, por qué nos tuvo que tocar a nosotros este lugar y esta época de mierda para ser jóvenes?”. Continuar leyendo

El lugar de las sanciones estadounidenses en la política iraní

por Amin Gibran

Con un sector moderado completamente estéril, deslegitimado y ahora vetado, se está consolidando una erosión de participación de la oposición en el escenario institucional, específicamente en el sentido del voto. Esto supone un peligro para el régimen, el cual necesita la validación ciudadana para su demostrar su solidez. Este fenómeno de retirada electoral de sectores medios y de la juventud expone crudamente, como menciona el intelectual iraní-estadounidense Hamid Dabashi, la diferencia entre soberanía y legitimidad de la República Islámica. Esta última, si quiere perdurar, deberá ofrecer respuestas para reformas que no encontró en dos décadas de ofensiva moderada. Continuar leyendo

Dioses de carne y hueso

por Juan García

Armados del poder de toda la historia, los nuevos humanos comprendieron que el amor no tenía para qué limitarse a esos rincones. Como su imaginativo Asimov había retratado con belleza en El Hombre Bicentenario, la creación de la vida se les confesó como un hecho artificial y social, no en contradicción con, sino como densificación de su propio carácter biológico. Allí comprendieron la verdadera potencialidad de sus vidas: hacer realidad como institución general ese vínculo que es el amor. Y eso es lo que llevarían luego a las estrellas. Continuar leyendo

Las etapas del duelo: ¿Qué le hizo la pandemia a las artes?

por William Deresiewicz (traducción de Carolina Olmedo Carrasco)

Los artistas no sólo ganan menos y tienen que gastar más de lo que gastaban antes de que aparecieran las plataformas digitales, sino que trabajan aún más duro. Esto pues ya no basta con hacer tu arte, algo que ya es una tarea difícil si vas a hacerlo lo suficientemente bien como para sostener una carrera profesional en ello. Las mismas fuerzas que han desangrado los ingresos de los artistas también han reducido las ganancias de las empresas -editoriales, sellos discográficos, etcétera- a través de las cuales se ganan o solían ganarse la vida. A medida que la industria de la cultura se contrae, los artistas deben replicar sus funciones por sí mismos. Ahora son pequeñas empresas unipersonales, con departamentos de marketing, contabilidad y logística. No sólo crean y realizan su obra, sino que también producen, diseñan, administran, distribuyen y publicitan en torno a ella incesantemente. Continuar leyendo

Horas de lucha en Perú: Entre el quiebre institucional y el desborde popular

por Franz Verne

Nos adentramos a un nuevo ciclo de conflictividad social que deberá marcar el rumbo inmediato y de mediano plazo para definir los destinos del país […] Este proceso de empoderamiento y articulación popular traspasa la propia dicotomía entre dos tiendas políticas. Esto excede la confrontación de dos candidaturas y se traslada a la correlación de fuerzas que se vive en el campo y la ciudad y que busca, desde abajo y a la izquierda, recomponer un nuevo tejido social que logre articularse como fuerza y presión para el gobierno entrante. Continuar leyendo

Roser Bru, una joven del Winnipeg en la industria editorial chilena

por Josep Mengual Català

Antes incluso de alcanzar la veintena de años, y mientras cursaba estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile entre 1939 y 1942, Roser Bru vio publicada en forma de libro sus primeros trabajos. Otro joven pasajero del Winnipeg que contribuyó de modo notable a la cultura chilena, José Ricardo Morales, editó una selección de poemas inéditos o nunca antes recogidos en libro de los poetas españoles Antonio Machado, José Moreno Villa, Juan Larrea, Rafael Alberti y Luis Cernuda, entre otros, y se encargó de publicarlos la exquisita editorial Cruz del Sur, de Antonio Soria, con ilustraciones de Bru. Continuar leyendo

Editorial #9: Tres notas al cierre de una elección

por Comité Editorial Revista ROSA

Si bien es importante destacar el clasismo en atribuir esta falencia de la dimensión técnica únicamente a la candidatura de Oliva, lo cierto es que casi todas las candidaturas de izquierda en las diversas elecciones han mostrado soberbia respecto del programa, que apenas esconde su ausencia y lo poco que avanza en el desenvolvimiento de las campañas. El estado del debate en términos de propuestas y diagnósticos sistémicos es paupérrimo, y las formas de la reflexión prefieren el duelo verbal antes que la construcción de ideas. Este es un problema generalizado a casi todas las vocerías de la izquierda. Mientras este sector discute sobre las reglas de la Convención Constituyente y lo asume como centralidad en sus debates -incluso más que la liberación de las y los presos políticos de la revuelta-, no parece tener idea de para qué quiere la mayoría que reclama. Los acuerdos amplios sobre contenidos que la CC debe tener, así como las ideas sobre la sociedad que debe expresar -o sea, el país que se buscará promover- están aún ausentes. Hay un océano de documentos construidos por movimientos sociales y partidos en décadas de lucha en múltiples trincheras, pero no hay un debate que fragüe una síntesis capaz de imponerse en la CC. Continuar leyendo

Mujeres, monstruosidad y militancia en “Las cosas que perdimos en el fuego” de Mariana Enriquez

por María Belén Contreras

La consecuencia del fuego en el cuerpo de las mujeres es hipervisible: una piel chamuscada que pierde las marcas de su individualidad, un rostro que pierde armonía y que, ante todo, se desidentifica. Una mujer quemada es igual a cualquier otra mujer quemada. La transformación organizada por Mujeres Ardientes implica, en cierto sentido, la proletarización del cuerpo femenino, y el proletariado es uno de los monstruos políticos preferido por la imaginación del poder (Negri 103). La descripción del cuerpo quemado de la chica del subte, la única descripción en detalle de la monstruosidad en el relato subraya el efecto máscara del rostro de la mujer: “le quedaba un solo ojo, el otro era un hueco de piel, y la cara toda, la cabeza, el cuello, una máscara marrón recorrida por telarañas” (185). El rostro de la mujer está escondido por su propia quemadura. Continuar leyendo