En diálogo con González Lorca, en diálogo con González Ríos, en gira por América Latina. Reseña a “Latinoamérica es grande. La ruta internacional de los Prisioneros”

por Juan Pablo Vásquez Bustamante

En la década de los noventa los Prisioneros no solamente no volvieron a reunirse, sino que sus canciones fueron catalogadas como clásicos, desconectadas artificialmente de la realidad contingente, ubicadas como piezas de museos en los recuerdos de una época excitante pero lejana, que cuando se asoma, incomoda. La construcción discursiva, conceptual y musical de la banda, y particularmente de Jorge González, fue empujada por el pacto de la transición a un lugar de outsider. El reclamo furioso de “Muevan las industrias” y el alarido de amor con pena y rabia que llora sangre en “Estrechez de corazón”, no cabían ni en el crecimiento económico neoliberal, ni en la oleada de rock reconciliador salpicado de covers capitaneado por Los Tres. La disconformidad odiosa y movilizadora sanmiguelina de la voz en castellano de los ochenta, no calzaba con la nueva disconformidad depresiva y conforme puesta de moda en inglés y venida de Seattle. La historia se había acabado en el mundo, la democracia de los acuerdos había ganado en Chile, y Los Prisioneros, al parecer, seguían estando demasiado en discrepancia. Continuar leyendo

El MIR y el plebiscito de 1988

por Nicolás Campos Rojas

Comprender los años de lucha contra la dictadura y los años previos al plebiscito de 1988 como momentos que interpelaron de manera importante al MIR, generando cierto desorden en las filas miristas, resulta ser un elemento necesario y pertinente en virtud de aproximarse a establecer un entendimiento critico de una de las expresiones políticas más características de la izquierda en la segunda mitad del siglo XX chileno. Lo anterior también puede permitir avanzar en la comprensión de los alcances que tuvieron los últimos años de la dictadura militar en las organizaciones opositoras al régimen, las cuales no pueden comprenderse como un bloque homogéneo, por más que compartieran un elemento programático fundamental como lo era la lucha por poner término al régimen dictatorial. Continuar leyendo

El gobierno de Boric y el concepto generación. Sobre una categoría adorada y ninguneada

por Víctor Muñoz Tamayo

Lo generacional en los procesos políticos y emergencias militantes ha sido una realidad histórica. Nadie puede desconocer la impronta generacional en cuadros DC que llegan al poder en 1964 habiéndose socializado políticamente durante su juventud en los años 30, como tampoco en los fundadores de la UDI que venían construyendo militancia nacional desde que a partir de 1973 (e incluso antes) los fuera convocando un veinteañero Jaime Guzmán, o en quienes quiebran la JDC, fundan el MAPU y luego son centrales en la conformación de la Concertación. Esas improntas generacionales existen porque hubo identidades políticas que configuraron un relato en que las experiencias juveniles y autorepresentaciones en la historia se hicieron considerando contextos y edades que daban lugar a representaciones de “nosotros” y “otros”. La idea de generación fue parte del proceso en tanto se echó mano a ella para construir militancia, identidad y proyecto. Continuar leyendo

Victorianos del siglo XXI

por Jason Tebbe
Traducción de Marcelo Casals A.

La clase media-alta de hoy mantiene la ficción de una sociedad meritocrática, tal como lo hicieron los victorianos. Esto les permite apuntalar su posición económica sobre las espaldas de los trabajadores, a quienes les enseñan que sus problemas de salud y sus tristes perspectivas laborales representan fallas individuales y no disfuncionalidades sistémicas. Por supuesto, hacer ejercicio, alimentarse con comida orgánica y motivar a los niños a usar su tiempo libre de modo útil no son cosas inherentemente negativas. Sin embargo, éstos se convierten en símbolos de valores burgueses cuando son usados para proclamar la superioridad moral de una clase sobre otra y para justificar la desigualdad social. Esto es detestable tanto en el siglo XIX como hoy. Continuar leyendo

“Estos maricas matan fascistas”: recordando a la primera milicia queer de Medio Oriente

por Valeria D.

Las y los disidentes sexuales presentes en las guerrillas de voluntarios se agruparon en el Ejército de Insurrección y Liberación Queer (TQILA) para conformar una unidad militar compuesta exclusivamente por homosexuales, lesbianas, transgéneros y disidentes sexuales. El impacto mediático de esta guerrilla fue inmediato, no solamente por el hecho histórico de ser una milicia queer en una región históricamente hostil a la disidencia sexual, sino que además por el impacto simbólico de ver a disidentes sexuales combatiendo las expresiones más brutales del fundamentalismo religioso patriarcal. Continuar leyendo

El 18O y la experiencia de masas

por Rodrigo González O.

Podemos decir que lo que prevalece del 18O es el aprendizaje de la capacidad de lucha y de organización de las masas. Y digamos que prevalece aun cuando las organizaciones se hayan disipado. Estas capacidades permiten: coordinar la protesta (recordemos la labor fundamental de brigadistas y observadores de DDHH), hacer durable la ocupación de calles, convocar y organizar al territorio, distribuir tareas organizativas, reestablecer el contacto entre vecinos, coordinar actividades con distintos grupos, promover talleres de autoformación y autodefensa, fomentar la discusión política, etcétera. Debemos ser conscientes que sin una articulación que discuta políticamente la orientación clasista del movimiento de masas estas capacidades quedarán relegadas al olvido. Y que incluso, si logran ser desarrolladas, será en una nueva coyuntura con una composición distinta de masas, donde habrá que volver a recomenzar el círculo de lo político. Continuar leyendo

La suerte de Benedict Anderson. Reseña a “Una vida más allá de las fronteras”, de Benedict Anderson

por Andrés Estefane

La idea de suerte o buena fortuna es también la forma en que Anderson busca atenuar el golpe que su propia biografía puede asestar a las futuras generaciones de académicos esperanzados. Porque todo en su relato tiene la sombra de una lápida insoportable según la cual el mundo que lo educó y el sistema universitario que posibilitó su carrera dejaron ya de existir. Tampoco se trata de inventarnos que el de Anderson era el estándar de vida intelectual corriente de cualquier investigador de la segunda mitad del siglo XX, pero si hay algo de utilidad en las escenas académicas de esta memoria, es mostrar el daño hecho por las formas neoliberales de administración en las instituciones educativas. Tal como el autor desliza hacia el final, aquello solo ha redundado en lo que hoy nos asfixia: precarización del saber y negación de las posibilidades emancipatorias del conocimiento. Continuar leyendo

Preguntar por la memoria, defender un comunismo (de siglo XXI)

por Rodrigo Barra Valenzuela

Jadue ha perdido, en parte, porque la identidad del Partido Comunista experimenta la memoria del país de manera distinta a como el país se experimenta a sí mismo. Y esto acusa un hecho difícil de tragar y es que la memoria, a pesar del dolor y la rabia que conlleva, cuenta con un egoísmo fundamental; aquel que, negativamente, hace del ‘mesianismo’ una fuerza que solo se activa, en principio, por los relatos que ciertas personas hicieron sobre un pasado, unas personas y algunos acontecimientos particulares de la historia. Ello no descarta que el mesianismo no tenga un carácter universal; el problema estriba, antes bien, en que su potencia se habilita una vez que su secreto ha sido desenmascarado y hecho vida, cosa que compete a grupos específicos y que necesita de un proceso distinto al que las condiciones de los últimos treinta años han permitido en el país. Continuar leyendo

Neofeudalismo: ¿El fin del capitalismo?

por Jodi Dean (traducción de Cristóbal M. Portales)

El neofeudalismo es una idea que nos permite identificar una de las principales debilidades de la izquierda contemporánea: aquellas ideas de izquierda con mayor vigencia son las que afirman el neofeudalismo en lugar de cuestionarlo. El localismo fomenta la parcelación. Los enfoques tecnológicos y de plataforma refuerzan la jerarquía y la desigualdad. El municipalismo afirma la división urbano-rural asociada con la interiorización. El énfasis en la subsistencia y la supervivencia procede como si las economías campesinas fueran plausibles no solo para la mitad del planeta que vive en ciudades, sino también para los millones de personas desplazadas por el cambio climático, la guerra y el robo comercial de terrenos. Continuar leyendo

¡Por favor que sea un sueño!

por Claudio Aguayo Bórquez

“¡Por favor que sea un sueño!” es el deseo falaz de convertir un evento profundamente material en una digresión onírica, de difícil ocurrencia, de improbable repetición—de hacer, por otra parte, como si ahí no hubiese estado con toda su furia material lo que llamamos el “proletariado” chileno. Nos harán creer que esas imágenes son la estética de un deseo onírico. Harán que sea un sueño, para convencernos de la necesidad de un despertar diferente al que se erigió como consigna en esos meses. Pero hay una forma de resistir precisa, que requiere hacer la historia social, política e intelectual de octubre. Para que no nos vendan el cuento de que estábamos, simplemente, soñando. Continuar leyendo