El trauma social de Chile: La impunidad, la incertidumbre, y las secuelas de la revuelta

por Nicolás Morales Sáez

No se puede decretar el fin de un proceso cuando estamos justamente cabalgando sobre un primer ciclo de movilizaciones populares que se ha iniciado tal como hace doscientos años se realizaron una serie de “ensayos constitucionales” en algo que la historiografía conservadora llamó “la Anarquía”. Hemos de recobrar el significado profundo de un pueblo que se moviliza, no desde la confrontación directa que nos llevaría a una guerra civil, sino desde la confluencia de los movimientos sociales que pugnan por la defensa de nuestros derechos, desde el feminismo que ha conquistado el derecho a voto de las mujeres en este suelo sólo hace 70 años y la protección de la representación política de los pueblos originarios que recién constatamos con este último proceso constituyente. A diferencia de lo ocurrido en los primeros años de la República, esta vez el pueblo no aceptará que por la vía de las armas se imponga el orden de Portales y del capital financiero. Si algo nos ha enseñado este proceso constituyente es la potencia de este “nuevo” Chile que busca alcanzar un alto estándar en protección de derechos, derechos que han sido conculcados en pos de un desarrollo económico que beneficia a la minoría de la población y que hasta ahora detenta el poder político. Continuar leyendo

La Casa de Windsor

por Tom Nairn (Traducción de Afshin Irani)

Confrontados por la apabullante popularidad de la monarquía, no es suficiente atorarse con indignación y desprecio, o consolarse a uno mismo con cuentos de uno o dos honestos haters de la Reina en un pub la noche de un domingo. Tales actitudes llevan, o al tipo de disgusto con la sinrazón popular—las masas que se dejan engañar por un espectáculo vacuo—, o a nociones románticas de un pueblo que realmente no se deja engañar por todo esto y permanece secretamente consensuado detrás de la fachada de la bandera británica. Ambas nociones son peligrosas para el socialismo. Es mucho más importante preguntarse cuáles son las razones históricas del carácter especial de la monarquía británica. Estas no pueden ser reducidas a consideraciones abstractas de ideología y clase. Es más, son estas mismas características las que nos deben ayudar a comprender las causas de la popularidad de esta institución. Continuar leyendo

El rechazo como significante vacío

por Claudio Aguayo B.

Sin base social, habiendo perdido una conexión inédita con los sectores populares expresada en el contundente triunfo sobre Kast, es de esperar que el viraje neoliberal se acentúe. Si el gradualismo creció bajo el espejismo de un pueblo concertacionista, el nuevo espejismo de una población de rotos conservadores y “fachos pobres” va a permitir una disputa, ya no hacia el centro, sino lisa y llanamente hacia la derecha. Ambos espejismos constituyen el producto de una profunda bancarrota teórica, y de una incapacidad para entender el funcionamiento de la ideología dominante. Continuar leyendo

Regreso a Reims: la clase obrera, la derecha y el plebiscito

por Nicolás Román

Morder la tierra de la derrota intensificó el amargo sabor del tiempo que desenterraba con esta victoria al bando de la dictadura. La amargura se sintió como un plomo que hizo naufragar nuestra línea de flotación. Una de las premisas del triunfo del rechazo y de la masiva participación popular se explica por las prédicas sobre el descontento y la disconformidad contra la política, el gobierno y la convención. El ímpetu de la disconformidad transversal sepultó con un martillazo una oportunidad histórica para destrabar la desigual correlación de fuerzas entre los sectores dominantes y las fuerzas de cambio.
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Después de la derrota y la rabia, viene el debate. ¿Qué fue lo que pasó?

por Felipe Ramírez

Junto con ello se necesita subsanar otra falencia relevante y es que la derrota electoral de este domingo demuestra que no existe una lectura concreta sobre el “sujeto” popular en nuestro país, al que aspiramos representar en nuestros partidos y gobierno, sobre sus condiciones de vida, su subjetividad, sus principales preocupaciones y por lo tanto, la forma como lo incorporamos a este –hoy inexistente– proyecto estratégico. ¿Basta con levantar demandas en torno a temas específicos, como salud, educación, vivienda, para ganar el apoyo del voto popular? Junto con ello ¿entendemos a esas capas medias que busca ser representado por Franco Parisi, el semi-fascista Gaspar Rivas y su “Partido de la Gente”, que rehúyen de la incertidumbre y que temen por la posibilidad de “surgir” a través de emprendimientos, sin importar lo precaria que sea su vida actualmente?  La dura evidencia indica que no, y requiere un ejercicio de reflexión, análisis y elaboración por parte de la izquierda. Ambos segmentos en sus franjas despolitizadas y que no habían participado en elecciones o en política durante los últimos años, parecieran haberse volcado masivamente a favor del Rechazo. Continuar leyendo

Editorial #14. Porque ahora no estoy solo, porque ahora somos tantos

por Comité Editorial Revista ROSA

Si gana el Apruebo, habrá ganado la gente y su iniciativa a pesar de los medios, las encuestas y una élite política defensiva. Se abrirá entonces una nueva oportunidad, tal vez la última, para que abandonemos una política burocrática y anquilosada en la institucionalidad estatal. Se hará evidente, esperamos, que para la política de izquierda los principales aliados han sido y seguirán siendo siempre las mayorías populares. De triunfar el Apruebo, la condición de implementación de la agenda constitucional no será la de los acuerdos burocráticos, sino aquella capaz de empujar los cambios que promete la Nueva Constitución: la iniciativa de la ciudadanía organizada. Es necesario y urgente que el Gobierno honre el triunfo otorgado por la gente común convocándola por fin a la política, haciéndola parte de su proyecto como actor principal. Si el pueblo nos otorga un triunfo, es de esperar que la política de un gobierno de izquierda asuma el riesgo que implica hacer política para las mayorías y no para la tranquilidad del capital o la estabilidad a los partidos. Continuar leyendo

La bandera de la libertad tiene color rojo: Sobre Marx y el derecho al ocio

por Diego Saavedra Aceituno

Es fundamental defender el derecho al ocio, como conquista social para el pueblo trabajador, para que de esta forma las personas tengan derecho al tiempo libre, al descanso de sus ocupaciones del trabajo, o como simple actividad de distracción. Ahora concretamente para quienes creemos en la transformación radical de la sociedad, en la lucha por un nuevo mundo, defender el ocio es un imperativo insoslayable. Significa apropiarse de un arma poderosa para los intereses de la clase trabajadora. El tiempo libre, que constituye la idea detrás del ocio se entronca con la concepción de la libertad, pero una libertad en clave revolucionaria. No la concepción liberal abstracta de la libertad, que un último término, es la libertad de la burguesía. Su afán egoísta de la propiedad privada, del desarrollo del libre comercio y de nuevos mercados para transar libremente mercancías por el mundo. La defensa del ocio, por el contrario, se conecta con una libertad real y verdadera. Continuar leyendo

Mininco incorporation

por Claudio Aguayo Bórquez

Pregunta obligada es cómo un gobierno con una ideología autonomista termina aplicando una ley especial, cuyo único fin es la represión de carácter político (fue la ley que terminó con Alejandra Matus como la primera exiliada de la democracia chilena), a un sujeto cuya agencia política está sustentada en el mismo discurso teórico-político público que enarbola no sólo ya un intelectual (¿orgánico?) del frenteamplismo, sino también en el pasado el propio presidente, quien el 16 de octubre de 2021 declaraba que “la militarización de La Araucanía sólo va a traer más violencia”. Me parece que esta disociación produce efectos devastadores en la subjetividad de izquierda, porque si bien al nivel práctico de la llamada realpolitik y el “maquiavelismo fruna” del muñequeo parlamentario un cambio de opinión puede ser admitido, la vivencia de estos meses ha sido un travestismo de los conceptos, una capitulación de los principios teóricos. Pasó con los “retiros”, donde surgieron discursos perfectamente monetaristas para contener la inflación, se repitió con los estados de excepción en el sur y ahora con la aplicación de la Ley de Seguridad Interior a Héctor Llaitul. Continuar leyendo

Notas sobre el Affaire Rushdie y un escritor llamado Salman

por Afshin Irani

Volver hoy a la retórica del Affaire parece tema del pasado y por eso el régimen iraní se desmarcó con prudencia del reciente intento de asesinato. Por otro lado, sectores de la ex monarquía han aprovechado con oportunismo la situación para volver a aislar política y económicamente a los iraníes, mientras que los sectores conservadores del clérigo han celebrado el atentado también para aislarse de negociar con occidente. Asimismo la fatwa también ha sido repudiada por varios autores y artistas iraníes que, se puede decir con propiedad, entienden por lo que está pasando Rushdie. Lo que quiero decir es que la fatwa muestra también la división que existe en la sociedad iraní. Continuar leyendo

Plebiscito de salida: Es hora de confiar en los pueblos de Chile

por Felipe Ramírez

La única certeza que tenemos en este momento es que el Congreso es una barrera contra la que choca no sólo el gobierno y su programa, sino también la futura Constitución, y el único factor que podríamos oponerle es una movilización activa en defensa de las transformaciones que deseamos implementar. Es por ello que urge abrochar un triunfo lo más amplio posible para el Apruebo, de manera de legitimar su contenido y ocupar esa posición como una ventaja adicional para su defensa, la que tendrá sí o sí que expresarse en la cancha de la que provenimos como fuerzas políticas, y que pareciera que abandonamos: las calles. Continuar leyendo