Sobre la violencia social y la alienación
por Luis Velarde Figueroa
Allí donde los alcances del diálogo y el entendimiento comunicativo se encuentran bloqueados por una estructura objetiva, pero superable, la violencia se vuelve la racionalidad de la transformación, de la institución de derecho. Su legitimidad descansa en el fin, primero porque debe tratarse de una posibilidad real derivada de una apertura del ser social mismo y, por ello, surgir espontánea u organizadamente desde las masas. El carácter social del fin, además, por cuanto se trata de estructuras sociales objetivas, exige que la violencia sea asimismo social, no subjetiva o interpersonal como lo sería el ataque directo a un individuo. El individuo aquí no es el foco de la violencia sino las estructuras sociales cosificadas: lo que importa no es el actor individual, sino el personaje social. Continuar leyendo