Marco Velarde, candidato a la presidencia de COMUNES: “Queremos ofrecer a la sociedad un instrumento político que sirva para las luchas sociales”

por Revista ROSA

Lo primero es recobrar la confianza de esa militancia que quedó herida en este proceso, volver a activarla para que sean un aporte al proceso refundacional y den fuerza al partido en el momento político en que nos encontramos. Antes que todo necesitamos un partido vivo y robusto en todo el país para lograr empujar el programa de Gobierno y aprobar el nuevo texto constitucional. El proceso refundacional es abrir el partido a una discusión franca y honesta sobre cómo queremos organizarnos de cara a los desafíos del presente. Debemos repensar nuestro modelo orgánico y nuestros principios políticos, en particular qué izquierda queremos ser para el actual ciclo de cambios. Pero esto no es una discusión queramos dar solo los que estamos en Comunes actualmente, sino que también queremos abrir el partido a más grupos políticos y sociales que se encuentran organizados. No queremos acomodarnos solo entre nosotros, queremos ofrecer a la sociedad un instrumento político que sirva para las luchas sociales vivas y que estas puedan encontrar en Comunes una casa. Continuar leyendo

El gobierno de Boric y el concepto generación. Sobre una categoría adorada y ninguneada

por Víctor Muñoz Tamayo

Lo generacional en los procesos políticos y emergencias militantes ha sido una realidad histórica. Nadie puede desconocer la impronta generacional en cuadros DC que llegan al poder en 1964 habiéndose socializado políticamente durante su juventud en los años 30, como tampoco en los fundadores de la UDI que venían construyendo militancia nacional desde que a partir de 1973 (e incluso antes) los fuera convocando un veinteañero Jaime Guzmán, o en quienes quiebran la JDC, fundan el MAPU y luego son centrales en la conformación de la Concertación. Esas improntas generacionales existen porque hubo identidades políticas que configuraron un relato en que las experiencias juveniles y autorepresentaciones en la historia se hicieron considerando contextos y edades que daban lugar a representaciones de “nosotros” y “otros”. La idea de generación fue parte del proceso en tanto se echó mano a ella para construir militancia, identidad y proyecto. Continuar leyendo

El 18O y la experiencia de masas

por Rodrigo González O.

Podemos decir que lo que prevalece del 18O es el aprendizaje de la capacidad de lucha y de organización de las masas. Y digamos que prevalece aun cuando las organizaciones se hayan disipado. Estas capacidades permiten: coordinar la protesta (recordemos la labor fundamental de brigadistas y observadores de DDHH), hacer durable la ocupación de calles, convocar y organizar al territorio, distribuir tareas organizativas, reestablecer el contacto entre vecinos, coordinar actividades con distintos grupos, promover talleres de autoformación y autodefensa, fomentar la discusión política, etcétera. Debemos ser conscientes que sin una articulación que discuta políticamente la orientación clasista del movimiento de masas estas capacidades quedarán relegadas al olvido. Y que incluso, si logran ser desarrolladas, será en una nueva coyuntura con una composición distinta de masas, donde habrá que volver a recomenzar el círculo de lo político. Continuar leyendo

¡Por favor que sea un sueño!

por Claudio Aguayo Bórquez

“¡Por favor que sea un sueño!” es el deseo falaz de convertir un evento profundamente material en una digresión onírica, de difícil ocurrencia, de improbable repetición—de hacer, por otra parte, como si ahí no hubiese estado con toda su furia material lo que llamamos el “proletariado” chileno. Nos harán creer que esas imágenes son la estética de un deseo onírico. Harán que sea un sueño, para convencernos de la necesidad de un despertar diferente al que se erigió como consigna en esos meses. Pero hay una forma de resistir precisa, que requiere hacer la historia social, política e intelectual de octubre. Para que no nos vendan el cuento de que estábamos, simplemente, soñando. Continuar leyendo

Nuevo Chile, nuevo gobierno, viejos problemas

por Andrés Giordano

Es evidente que la votación de Gabriel Boric en segunda vuelta supera a la votación de AD y la ex Concertación juntas. De hecho, prácticamente las duplica. Alcanzando un récord sólo comparable al número de gente movilizada en las protestas de octubre y noviembre del 2019. Lo que tiene una interpretación sencilla y, sin embargo, trascendente: fue el mismo pueblo que protagonizó la revuelta el que votó por Gabriel el domingo. Y a este pueblo le debemos nuestro triunfo y el cumplimiento de nuestro programa. Continuar leyendo

Por qué quiebran las democracias: la encrucijada chilena

por Felipe Ponce Bollmann

La derecha supuestamente liberal ha dejado abierta la puerta a un gobierno de tintes fascistas. Esto nos deja una lección inequívoca: una contradicción histórica del componente ideológico del liberalismo chileno radica en que ponen la libertad económica y la libertad de propiedad por delante de la realización democrática; o peor aún, que sostienen que son su condición de posibilidad, cuando la dictadura de Pinochet demostró precisamente lo contrario. Los sectores liberales en Chile probablemente asuman la misma hipótesis contra-democrática en la cual más vale un gobierno autoritario que salvaguarde la libertad de los grandes capitales a un gobierno democrático que los limite; y ese es, pues, el principal pecado original de la derecha. Sus bases ideológicas dejan la democracia supeditada a las posibilidades de reproducción del capital. Continuar leyendo

“Nuestra urgencia por vencer” de Kena Lorenzini: Luchas colectivas, feminismo y política

por Nicolás Román

Muchas veces en esta revista, y en otros espacios, hemos reivindicado la capacidad política de aparecer, de articular una palabra y expresar un malestar colectivo. El mero hecho de poner el cuerpo y poner la voz transgrede el silencio impuesto por las voces autorizadas del poder. Estas fotografías hablan, ríen, sienten, protestan y muestran, en su exposición -a pesar de ser en blanco y negro- una multiplicidad de acciones políticas que desafían esos tiempos del horror y la desaparición. Continuar leyendo

Un Chile Intercultural: Diversas razones para abrir el debate

por Rodrigo Mallea y Leonardo Jofré

La interculturalidad propone sentarnos a la mesa no sólo reconociéndonos desde una humanidad particular, sino para dialogar en igualdad de condiciones, sin estereotipos de género, de disidencia sexual, origen migratorio o abiertamente algún fenotipo. Bajo este paradigma, la interculturalidad no ve la diversidad como un obstáculo, sino como un espacio donde se está construyendo diariamente el país. Cualquier tipo de discriminación a cualquiera de estos grupos, es ponerlos en una situación de inferioridad en relación a otras culturas e identidades. Por ende, la interculturalidad es antirracista, antisexista, antixenófoba y anticlasista. Continuar leyendo

El proyecto senatorial de Fabiola Campillai en las tensiones del proceso de cambio

por Juan Pablo Vásquez Bustamante

“El principal objetivo que nos hemos propuesto es llegar al Senado para que se escuche la voz del pueblo que ha sido marginado durante tantos años de las políticas que le han afectado. El país crece, pero los pobres se empobrecen. El segundo objetivo es que nos proponemos buscar voluntades al interior del Congreso para impulsar leyes que hagan justicia al pueblo trabajador cuyos sueldos no le permiten salir de la pobreza y cuyas pensiones lo dejan en el abandono. En tercer lugar, queremos demostrar que se puede (hacer) una buena política con convicciones, compromiso, lealtad y solidaridad. Nosotros no necesitamos que los poderosos y millonarios nos financien nada.” Continuar leyendo

Señales de alarma

por Marcelo Ortiz Lara

Políticas que buscan censurar el negacionismo no hacen otra cosa que crear, con el tiempo, esa ficción. No es algo inmediato, por supuesto: se censura precisamente porque se sabe que existen y se les quiere acallar. Pero con el tiempo ocurre que a esos discursos se les toma como una desviación, una excepción, cuando no pueden constituir más sustantivamente a la sociedad capitalista. El problema está en que, si no se les deja decir lo que dicen, si se les acalla con leyes penales, no hay oportunidad para disputar la palabra, no hay oportunidad para identificarlos. No hay, en definitiva, espacios donde poner en evidencia las contradicciones de sus discursos. La actitud de la izquierda debe ser más la de un ejército de avanzada que el de una persona que se siente ofendida. Ofenderse, escandalizarse, no sirve de nada. Lo que sirve es desarmar esos discursos y explicitar sus argumentos. Continuar leyendo