La carne y los huesos de la lucha de clases

por Patrizio Tonelli

Si ampliamos nuestra mirada al panorama global, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que en 2018 casi tres millones de trabajadores murieron en el mundo por causas de enfermedades profesionales (86%) y de accidentes ligados al trabajo (14%). Cada día, los expertos de OIT estiman que 7.500 trabajadores mueren en el mundo debido a condiciones inseguras y dañinas para la salud: 6.500 debido a enfermedades laborales, 1.000 por accidentes laborales. Un goteo incesante que muestra cómo las exigencias de productividad y crecimiento necesitan de la carne y huesos de los trabajadores para desplegarse, cortando dedos, manos y piernas, encorvando espaldas y articulaciones, desgastando ojos, oídos y pulmones, estresando cerebros.
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Arundhati Roy: Ficción literaria para entender la política de la India contemporánea

por Lucía López Alonso

¿Por qué denunciar el fanatismo sociorreligioso, la expropiación de la tierra o el conflicto cachemir a través de una novela? Según Roy, el poder de la ficción es el que hace que las emociones internas de un personaje sean más tangibles que lo que ocurre en la vida real. Por eso las ficciones siempre han servido para despertar la comprensión y la compasión a la hora de mirar la realidad. Al menos las que consiguen aportar diversas perspectivas al análisis de unos hechos, contra los relatos únicos. Continuar leyendo

1999 – 2019: veinte años sin Daniel Menco

por Luis Thielemann H.

Hoy se cumplen dos décadas desde que fue asesinado Daniel Menco en el marco de una ofensiva represiva del Estado hacia las luchas sociales que cuestionaron las lógicas de la Transición. El trienio de 1997-99 se puede considerar el inicio de la crítica popular al modelo neoliberal en Chile. A pesar de su derrota, la lucha social originada en esos años y pagada con derrotas, cesantía y expulsiones, pero también con sangre y prisión, abrió un ciclo que no se ha detenido hasta el presente. Lejos de los discursos que en los años noventa dijeron que se había acabado la historia –cuyo relato local era el fin de la lucha popular, y que se trataron de reforzar con escopetazos a jóvenes estudiantes, mineros, estibadores y mapuches–, la estabilidad política de los noventa se sostenía en varios muertos. Menco fue el último de la década, pero solo uno más en la historia.
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La CUT de Blest y el espectro de la unidad y la autonomía. Comentarios a partir del libro de Paola Orellana

por Camilo Santibáñez R.

“Si pienso que estos comentarios basados en el libro contribuyen al desfonde de semejante artificio, no es solo porque el volumen esté escrito en oposición a la frondosa mitología que alimenta el fantasma mencionado. Sino precisamente porque su trama hace transitar a Blest del problema de la unidad al de la autonomía, en medio de las turbulencias reales de la política y la lucha de clases”. Continuar leyendo

Memoria e historia de los obreros

por Mario Tronti

Como parte del especial del 1 de mayo, revista ROSA publica este texto de Mario Tronti relativo a la utilidad política de la historia del movimiento obrero, y que en días como éste cobra especial importancia. El texto es el capítulo final de su libro “Noi Operaisti”, de 2008, y que a su vez fue la introducción a un extenso volumen sobre el operaismo de los años sesenta en Italia, y traducido y editado por Traficantes de Sueños, Madrid.
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La lucha por la tierra y la explotación capitalista

por Pepijn Brandon

A mi modo de ver la longevidad de esta “inclusión gradual” no es un problema propiamente teórico, sino más que nada una serie de problemas históricos concretos, de la misma forma que la decisión sobre qué partes de la vida humana se vuelven mercantilizadas y cuáles no depende de condiciones históricas y no de los límites teóricos de la mercantilización bajo el capitalismo per se. Expandiéndose hacia el terreno de propiedad de la tierra, las formas capitalistas de intercambio y producción se enfrentan al mismo tiempo a una serie de condiciones limitantes concretas. Continuar leyendo

Horacio Tarcus, sobre las ediciones de El Capital: “El original no envejece, pero las traducciones envejecen, paradójicamente”

Entrevistamos a Horacio Tarcus, historiador argentino, director del CEDINCI y erudito de la historia de las ideas marxistas en América Latina. Nos habló de su último libro, “La Biblia del Proletariado. Traductores y editores de El Capital” (Buenos Aires, Siglo XXI, 2018),  de la importancia de acceder críticamente a la obra de Karl Marx, y de su próximo libro, una historia de El Manifiesto Comunista y su despliegue en el mundo de habla castellana. Continuar leyendo

Contar el último tiro: sobre la violencia y la revolución.

por Andrés Estefane

Quien haya estudiado con atención cualquier proceso revolucionario –hay generaciones a las que solo les cabe eso, estudiarlas– dificilmente podría cuestionar la idea de Lenin de que no hay hecho imaginable más autoritario que una revolución (algo parecido, entiendo, salió de la boca de Engels).  Aquí presumo que los disensos son matices, jamás diferencias de fondo, cuando se está dispuesto a reconocer el hecho revolución lejos de la moral. Lo que no se resuelve tan fácil es qué se hace con las mutaciones de esa violencia que se incrusta en los rieles de la política posrevolucionaria. Qué se hace cuando se dificulta volver a fijar la frontera entre las fuerzas destructivas desatadas por el proceso revolucionario y las formas de vida en común que deben seguirle.  
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Contra la penalización del negacionismo: La necesaria alegalidad de la historia

por Cristóbal M. Portales y Luis Thielemann H.

En Chile, más que en muchas otras partes, el Estado es el lugar de unificación de las clases dominantes. Dicha unificación también es en el tiempo: en la legitimación de un discurso histórico que liga a los dominantes de todo tiempo, un hilo que hace que el derecho de los ricos del Imperio Romano sea la base del derecho de los ricos de hoy. Rodolfo Walsh, periodista argentino que luchaba por la libre expresión como derecho de los subalternos y perseguidos, lo decía así en “¿Quién mató a Rosendo?”: “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así una propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”. Una posible verdad oficial sobre los últimos 50 años, redactada en una mesa acordada por el mismo duopolio controlador del Estado en esas décadas, no augura nada bueno para la construcción de un patrimonio histórico de luchas populares, y así no volver a empezar de cero. Continuar leyendo