[ROSA #03] Rossana Rossanda entrevista a Salvador Allende: “Si los militares vencen, no habrá un cambio de guardia en el Palacio. Habrá una masacre”

por Rossana Rossanda

Esta entrevista a Salvador Allende, fechada un 18 de octubre de 1971 y publicada en Il Manifesto (Italia), fue realizada por la intelectual comunista italiana Rossana Rossanda. En un año que se cumplen 50 años del triunfo electoral de Allende y la Unidad Popular, y en que Rossanda dejó de existir, homenajeamos a ambos con la publicación en español de esta entrevista. Continuar leyendo

A propósito del 41 aniversario de la muerte de Nicos Poulantzas: su obra y notas para el presente

por Andrés Contreras

Pero se dirá ¿cómo se explica que Lavín, Longueira y Luksic sean estén a favor del apruebo? ¿es un mero engaño ideológico? Lo cierto es, aunque se crea que el Estado (el plebiscito o la eventual convención, por ejemplo) se puede agarrar, adueñársele o empuñar como si este fuese un martillo que aplasta a los contrincantes, al ser este es una relación de fuerzas se desvanece en los dedos de quienes intentan empuñarlo. Estos sectores no es que sean aliados o meros timadores, es una fracción de la clase dominante (porque no es una clase homogénea) entendiendo que el Estado es un campo estratégico que está en constante disputa, que la paz social que puede traer una nueva constitución es la normalidad que necesita el capitalismo criollo para su correcto funcionamiento. Continuar leyendo

18 de septiembre: del vasallaje aristócrata de 1810 a la oportunidad de emancipación en curso

por Gonzalo Díaz Martínez

Luego de esto, la historia ha estado marcada por una serie de reprimendas de parte de la clase dominante por sobre la clase obrera y la consolidación de una democracia tutelada donde, salvo la experiencia de la Unidad Popular, se ha salvaguardado un status quo tanto en la esfera económica como en la geopolítica. La mayor expresión contemporánea de este fenómeno se cristalizó en la constitución de 1980, creada antidemocráticamente en un contexto de dictadura, respaldada por un plebiscito fraudulento, y cuyos principios se han mantenido intactos por más de 40 años, cosechando a la fecha un frenético aumento sistemático de desigualdades en todo orden de la sociedad. Continuar leyendo

Cogestión y autogestión de las y los trabajadores en los tiempos de la UP

por Felipe Gajardo

La Unidad Popular concentró su quehacer político en la llamada batalla de la producción, vale decir, posicionando el área de propiedad social en términos de producción e inversión al mismo nivel de las empresas capitalistas, cosa de resolver las constantes  alteraciones de estas últimas en sus ritmos de producción para desestabilizar económicamente el país. Mientras tanto, los cordones industriales y sectores revolucionarios que estaban  dentro y fuera de la Unidad Popular, se centraron en la creación del poder popular. Dichos cordones eran la expresión de autogestión de las y los trabajadores, quienes se articularon como un sujeto político en directo diálogo con el gobierno. Continuar leyendo

Discurso de Salvador Allende en el Estadio Nacional (5 de noviembre de 1970)

Introducción de Luis Thielemann H.

No fue fácil para Allende el tramo desde el 4 de septiembre hasta el día del discurso que presentamos a continuación. Una actitud desestabilizadora y golpista, desde la derecha, y una DC que le exigía a partidos que habían sido perseguidos y nunca perseguidores, que diesen garantías democráticas. Aquella constante exigencia de respeto por las instituciones de la democracia liberal que hacen todas las fuerzas políticas a la izquierda radical, muestra un alto nivel de importancia en las palabras de Allende. Continuar leyendo

A 50 años de la “Cantata Popular Santa María de Iquique”, y la profunda necesidad de disputar los imaginarios culturales del presente

por José Reyes-Rojas

Los partidos y movimientos de izquierda en la medida en que desarrollan su proceso de articulación con el territorio y con distintos actores sociales, o bien mientras despliegan una estrategia de copamiento de la institucionalidad para abrir paso a las demandas del pueblo, deben también plantearse la pregunta sobre cómo aportar en una transformación cultural, que va de la mano con la transformación política. Y esto no necesariamente implica retornar a la estética de la Nueva Canción Chilena, de una Violeta viajando por los campos buscando canciones, hasta las agrupaciones de hombres con poncho y barba cantando con su característico liricismo folclórica (la estética que brillantemente critica Jorge González en Nunca Quedas Mal con Nadie), sino apostar a una nueva etapa compositiva que sea el reflejo de nuestras luchas y de nuestra disputa del imaginario. Por supuesto que esto no pasa por sentarse a planificar un “nuevo arte”, lo que sería un ejercicio en exceso elitista y soberbio, pero sí hacerse la pregunta sobre cómo apoyar ese proceso, que en muchos espacios culturales se viene dando hace ya algún tiempo. Un partido o movimiento que pretende ser un instrumento al servicio de las luchas del pueblo, debe también plantearse la pregunta sobre cómo aportar en el impulso de su creación y apreciación cultural propia de nuestros tiempos. Continuar leyendo

El pensamiento político reaccionario de Jaime Guzmán y sus implicaciones en la constitución (Parte 2)

por Gonzalo Jara Townsend

Observando el discurso de Jaime Guzmán, se puede observar que es verdaderamente su antimarxismo el que lo moviliza, no es el bien común, la libertad de las personas, ni menos la democracia, es el intento de detener la imagen del anticristo. La constitución que ayudó a redactar en 1980 es lo más parecido a una encíclica papal en lo que respecta a sus principios doctrinales, mantiene y regula el comportamiento de las mayorías para poder permitir que ellas sean gobernadas por una aristocracia violenta y fanática. Continuar leyendo

El pensamiento político reaccionario de Jaime Guzmán y sus implicaciones en la constitución (Parte 1)

por Gonzalo Jara Townsend

Jaime Guzmán y la derecha conservadora contrarrevolucionaria concordaban con una supuesta visión apolítica del mundo. Por lo tanto, cualquier gremio que se introdujera en política era tildado inmediatamente de no seguir su naturaleza y estar sometido al materialismo. El apoliticismo se convierte en una herramienta de lucha efectiva en contra de las ideas revolucionarias. Este instrumento lo comienzan a utilizar técnicamente en el periodo de la campaña de Alessandri Palma (Castro, 2014). Esta construcción antipolítica coincidía perfectamente con las características de su pensamiento individualista, ya que el apoliticismo asegura frente a cualquier temática en debate una superioridad moral e individual de características naturales. Ser apolítico es estar sobre las ideologías y, por lo tanto, fuera de ellas mismas, de sus defectos mundanos, sus influencias y el dominio de un grupo “demagógico”. Guzmán enfocaba este apoliticismo a toda clase de instituciones; Estado, Ministerios, la iglesia y Universidades, ya que si ellas se politizaran la libertad individual se vería destruida por las políticas que se hayan instalado dentro de las mismas. Continuar leyendo

Allende: el retorno del mito

por Benjamín Infante

Únicamente una propuesta política que supere las formulas del área chica para la administración de lo existente, y que señale un proyecto de sociedad distinta, puede estar a la altura histórica de poner fin a la transición ‘democrática’. Esta transición pactada está marcada por el arrebato de la soberanía popular en manos de la tecnocracia. Por lo tanto, solo terminará cuando podamos votar en las urnas, por primera vez desde 1970, un proyecto de sociedad que concilie a la democracia con los proyectos de país, y así, con las expectativas de las grandes mayorías nacionales, crónicamente marginadas del ejercicio democrático transicional. Continuar leyendo

Sobre el platonismo chileno

por Enrique Riobó 

El problema parece estar cuando ese resentimiento transgrede el orden establecido mediante formas que desbordan y que ponen el foco en voces y personas que antes no tenían lugar, y que inevitablemente entran a la arena pública de manera contestataria y con posiciones muchas veces irreconciliables con el status quo. Esto es especialmente cierto cuando existen cercos mediáticos y políticos que solo se rompen mediante la presión social y no mediante el diálogo racional entre las partes, el que muchas veces es inexistente o derechamente impostado. Es que en el Chile actual existen múltiples y constantes vulneraciones a los derechos fundamentales de las personas, los que en la mayoría de las ocasiones están reforzados por una institucionalidad que por acción u omisión reproduce esas injusticias, incluso cuando permita o promueva conversaciones “civilizadas” sobre el tema.
Continuar leyendo