Neofeudalismo: ¿El fin del capitalismo?

por Jodi Dean (traducción de Cristóbal M. Portales)

El neofeudalismo es una idea que nos permite identificar una de las principales debilidades de la izquierda contemporánea: aquellas ideas de izquierda con mayor vigencia son las que afirman el neofeudalismo en lugar de cuestionarlo. El localismo fomenta la parcelación. Los enfoques tecnológicos y de plataforma refuerzan la jerarquía y la desigualdad. El municipalismo afirma la división urbano-rural asociada con la interiorización. El énfasis en la subsistencia y la supervivencia procede como si las economías campesinas fueran plausibles no solo para la mitad del planeta que vive en ciudades, sino también para los millones de personas desplazadas por el cambio climático, la guerra y el robo comercial de terrenos. Continuar leyendo

¡Por favor que sea un sueño!

por Claudio Aguayo Bórquez

“¡Por favor que sea un sueño!” es el deseo falaz de convertir un evento profundamente material en una digresión onírica, de difícil ocurrencia, de improbable repetición—de hacer, por otra parte, como si ahí no hubiese estado con toda su furia material lo que llamamos el “proletariado” chileno. Nos harán creer que esas imágenes son la estética de un deseo onírico. Harán que sea un sueño, para convencernos de la necesidad de un despertar diferente al que se erigió como consigna en esos meses. Pero hay una forma de resistir precisa, que requiere hacer la historia social, política e intelectual de octubre. Para que no nos vendan el cuento de que estábamos, simplemente, soñando. Continuar leyendo

¿Por qué debe importarnos el intento de licitación del litio chileno?

por Valeria D.

El cambio de orden jurídico en Chile llevará al país a un cambio en el orden económico imperante, de esta forma, es posible asegurar una participación más relevante del Estado en la explotación de los recursos naturales. En conjunto con la empresa nacional del litio propuesta por Boric, es posible imaginar un país que sea dueño de su riqueza, que no se limite a ser un “regulador” de la economía, que tenga participación, que tenga la facultad de tomar decisiones al respecto, que pueda alimentar las históricas demandas de su pueblo en educación, salud, seguridad, etc. Continuar leyendo

Extremófilos

por Cristina Dorador

Las metáforas microbianas pueden ser más útiles que las geométricas para pensar la política actual: si no identificamos las características del mundo que viene no podremos adaptarnos a las situaciones que vendrán. Y ellas, de acuerdo con nuestra concepción de lo normal, se avizoran extremas. Esos desafíos son múltiples y de diferente carácter. También son inéditos a nivel mundial, y nuestro país tiene la oportunidad de adaptarse a ellos. Pensar linealmente la política es un obstáculo para caminar en ese sentido. Abrirla a la complejidad y ampliar la discusión es una condición de posibilidad para que lo nuevo se abra camino. Continuar leyendo

Cristina Dorador y la presidencia de la Convención

por Enrique Riobó Pezoa

Para sostener esta presidencia se necesitará el apoyo de partidos y grupos diversos, que deberán aceptar voluntariamente soltar parte del poder que podrían acumular. Pero, así como parece ser fundamental que para viabilizar formas de justicia histórica existan hombres dispuestos a asumir un rol secundario y de apoyo frente a las mujeres y disidencias, sería importante pensar una lógica similar en este caso. Continuar leyendo

Escogiendo el margen como espacio de apertura radical

por hell hooks
Traducción y notas de Inger Flem Soto

Comprender la marginalidad como una posición y lugar de resistencia es crucial para el pueblo oprimido, explotado y colonizado. Si sólo vemos el margen como signo que marca la desesperación, un profundo nihilismo penetra de un modo destructivo el cimiento mismo de nuestro ser. Es ahí en ese espacio de desesperación colectiva que la creatividad o imaginación de uno está en riesgo, es ahí donde la mente se está plenamente colonizada, es ahí donde la libertad que se anhela está perdida. Continuar leyendo

Nuevo Chile, nuevo gobierno, viejos problemas

por Andrés Giordano

Es evidente que la votación de Gabriel Boric en segunda vuelta supera a la votación de AD y la ex Concertación juntas. De hecho, prácticamente las duplica. Alcanzando un récord sólo comparable al número de gente movilizada en las protestas de octubre y noviembre del 2019. Lo que tiene una interpretación sencilla y, sin embargo, trascendente: fue el mismo pueblo que protagonizó la revuelta el que votó por Gabriel el domingo. Y a este pueblo le debemos nuestro triunfo y el cumplimiento de nuestro programa. Continuar leyendo

Editorial #12. Lecciones de una victoria

por Comité Editorial Revista ROSA

Puede haber mucha genialidad, mucha creatividad y recursos en una campaña, pero no es posible vencer sin la creatividad y activismo propios de la inteligencia colectiva de la multitud. No se puede superar ni reemplazar esa fuerza. Más aún, es probable que, para un gobierno de cambios, tampoco sea posible prescindir de esas mareas. Por lo tanto, es necesario que los partidos actúen como lo hicieron ahora: abriendo espacios para vehiculizar esa fuerza y convertirla en victoria. Continuar leyendo

“En torno a lo político”, de Chantal Mouffe. Reseña

por Luis Thielemann H.

A más de quince años de la primera edición de este libro y con una buena serie de experiencias políticas progresistas y familiarizadas con las tesis de Mouffe y también de Ernesto Laclau ¿qué implicancias tuvo reestablecer lo político en la política? ¿cómo ha ido avanzando aquello de reestablecer el conflicto en el centro de las disputas democráticas? Las respuestas son muchas, y es difícil hacer un balance de ese experimente, y no sin caer en una serie de valoraciones ambivalentes de difícil síntesis. Continuar leyendo

Lejos de la casa y el árbol. Factores comunales de los resultados electorales de Apruebo Dignidad. Parte 2

por Matias Gómez Contreras y Pablo Contreras Kallens

Lejos de los guiños a la ex-Concertación, o alguna especie de viraje al centro político deslavado, el mayor potencial electoral –y, por ende, allí donde más duramente fracasamos en la primera vuelta– está en recuperar la fuerza política y electoral de la revuelta que se expresó en el plebiscito. Son cientos de miles – más precisamente, algo así como 620 mil– las personas que votaron en el plebiscito y no votaron en la elección presidencial. Nuestro error fue permitir que el momento político creado por la revuelta pasara por el lado de gran parte de quienes quisieron ser parte de los cambios traídos por ella, acompañado de un encierro cultural extremo que nos impidió ver lo limitado de nuestra base electoral actual y la lealtad que, a pesar de nosotros mismos, las clases populares siguen teniendo con los proyectos de cambio. Continuar leyendo