Ya no es posible esconder la muerte. Notas sobre cine, televisión y violencia a cinco meses de guerra en Ucrania.

por Luis Thielemann H.

El Batman de Reeves pone fin a un ciclo sin inaugurar nada, es pesimismo y crisis de sentido, también necesidad de un cambio más allá de lo que puede el superhéroe. La imagen absurda en que queda Iron Man luego de la guerra en Ucrania, es la imagen de las amenazas de las nuevas derechas que no se traducen en más que llamados a que otro, la policía o el ejército, ejerzan la violencia que desean. Ellos no son capaces, tampoco lo son policías y militares. Son tiempos de límites, también para la ultraderecha basada en el retorno a 1990. Batman, lo sabemos, no es de izquierdas, pero en la última película se declara el vacío político del fascismo, también el de la clase social de Bruce Wayne. Batman, como la mejor expresión de la juventud burguesa, ya no tiene más que ofrecer que el cuerpo. Un cuerpo que se nos recuerda débil y limitado. Sus enemigos, también minimalistas y realistas, dan cuenta de ese desborde: la situación de caos de Gotham no es su culpa, sino su ecosistema. No se acabará cuando ellos se acaben. Continuar leyendo

El Rechazo como psicosis

por Claudio Aguayo Bórquez

La tendencia reciente de una parte de la institucionalidad a reconocer públicamente la posibilidad de un triunfo del Rechazo –coronada con las declaraciones recientes del presidente Gabriel Boric– no corresponde a una crítica genuina a la “tendencia a disminuir al adversario” y el narcisismo patológico denunciado por Gramsci. Sobre todo, porque tal crítica no es útil ni productiva cuando se realiza como acto de inmolación público. Tampoco es, desde luego, el deseo melancólico por la derrota de la izquierda histérica, abocada en la actual coyuntura a defender el abstencionismo y el voto nulo. Se trata más bien de una continuidad burocrática de la psicosis del Rechazo, que reactiva –quiéralo o no– los deseos de orden y de una clausura conservadora del proceso constituyente, desde luego en los términos de un nuevo acuerdo nacional transversal de todo lo que se llama clase política. Continuar leyendo

A propósito de los UberFiles: Nuevas tecnologías, eficiencia, y viejas formas de explotación

por Andrés Fielbaum

Una fracción del bajo precio ofrecido por las plataformas se explica porque, a diferencia de los trabajos regulados, los conductores de apps no tienen derecho a vacaciones, indemnización, seguridad social ni seguros contra accidentes. Esta situación plantea la interrogante respecto a si tales servicios podrían seguir siendo atractivos para los pasajeros si los trabajos estuviesen debidamente regulados, pregunta cuya respuesta probablemente conoceremos en los próximos años pues existen cooperativas de conductores que se dotan de sus propias reglas, y en varios países recientemente se ha impuesto a las compañías reconocer a los conductores su carácter de trabajadores. Vuelve a aparecer la vieja cuestión de cuáles son las condiciones mínimas de dignidad en el trabajo que debemos garantizar como sociedad, incluso si eso implica que ciertos servicios ya no puedan seguir funcionando, y la respuesta no puede seguir siendo impuesta por los dueños de estas compañías trasnacionales. Continuar leyendo

La acción gubernamental en el actual ciclo inflacionario

por F. Aguilar

Mientras la institucionalidad vigente no permita equilibrar la cancha entre el trabajo y el capital, es nuestra responsabilidad mostrar un camino de seguridad y apoyo a quienes más lo necesitan. En esto, la izquierda chilena debe ser sinónimo de innovación en cuanto a cómo enfrentar contingencias como la que vivimos actualmente, y no defender discursivamente lógicas que hemos criticado durante ya bastantes años. Si el gobierno se entrampa defendiendo las respuestas políticas de antaño, jamás podremos desprendernos de la camisa de fuerza neoliberal. Como dijesen unos jóvenes de San Miguel tiempo atrás: “jugando juegos de otros nunca vamos a campeonar”. Continuar leyendo

Cuchillo y tenedor

por Claudio Aguayo B.

No se trata de exigir un paquete de medidas expropiadoras, sino de demostrar, en un plazo urgente, la capacidad de la izquierda para responder a las necesidades materiales de las clases laboriosas que protagonizaron el estallido del 18 de octubre. Juzgar a los obreros cuando se inclinan al rechazo porque tienen hambre o frío, parece más un moralismo idealista que un realismo pragmático. Sólo una izquierda que sabe mostrarse decididamente de parte de los sectores subalternos en las coyunturas de crisis capitalista puede triunfar en una situación como esta, incrementando el poder de compra y el acceso a bienes básicos de la clase trabajadora, y poniéndole límites al único sector de la sociedad que tiene –como dice el economista marxista Richard Wolff– la potestad de fijar precios y mantener la tasa de beneficio a expensas de los pobres. Continuar leyendo

Disputa política chilena actual: Seis apuntes

por Arnaldo Delgado González

La enunciación de la verdad no alcanza para contrarrestar la mentira. Las ofensas del “me van a quitar la bandera”, “me van a cambiar el himno”, “me van a dividir y quitar mi Chile” no se contrapesan con un “mire, amigo, amiga, lea el borrador de la Nueva Constitución, no le vamos a quitar ni la bandera, ni el himno, ni tampoco le vamos a dividir ni le vamos a quitar su Chile”. En el ejemplo anterior la ofensa rasga un abismo en que la mentira es insalvable. La o el ofendido carga con un talante emotivo particular que no es curable desde el desmentido. ¿Por qué? Porque en épocas en que se conjuga una sensibilidad individual altamente desarrollada con inestabilidad en el vivir cotidiano, la emotividad asociada a un mínimo de certeza genera agencia y arraigo. Continuar leyendo

Zhao Yanjing: “La elección de China en la guerra entre Rusia y Ucrania”

por Zhao Yanjing (traducción al español de Felipe Ramírez)

Ahora algunas personas dicen que la mayoría de los países del mundo están apoyando a Ucrania, por lo que China debe asumir un bando para no quedar afuera. Este es el pensamiento de un peón, no de un ajedrecista. En el juego mundial, sólo hay potencias, no “países”. Las potencias son los jugadores y “la mayoría de los países” son los peones, cuyo destino es ser sacrificados por las necesidades de las potencias. Cuando China era un peón, fue eso lo que le sucedió, pero en la actual situación somos un jugador, de lo que no tenemos que avergonzarnos. Los peones no pueden escoger ni escapar cuando van a ser sacrificados. Esta es la verdad para Taiwán y también para Ucrania. Y de todos los ajedrecistas, sólo los EE.UU. pueden hacer el primer movimiento, y Rusia y China sólo pueden aceptar pasivamente su decisión. Ahora que Biden decidió mover un peón en Ucrania, Putin sólo puede seguir el guion estadounidense. Continuar leyendo

Seguridad: Tres pilares, una reforma

por Diego Ramírez

Esta nueva institucionalidad debe ser la que permita disminuir la brecha que hoy existe entre civiles y uniformados, en torno a la generación de estrategias y políticas de seguridad. De esta manera, se podrá evitar que el mundo civil se reste de este rol, tal como lo ha hecho hasta la fecha. Es tarea del mundo civil entrar, no para desplazar a los uniformados, sino para hacerse cargo de su parte de la responsabilidad. La autonomía de facto de las policías y la falta de control civil, son una consecuencia de la ausencia del mundo civil, ya que ha generado un espacio que no se ha ocupado y una responsabilidad que se ha abandonado. Continuar leyendo

¿Es tiempo de hablar con Hamas?

por Jonathan Kuttab (Traducción de Felipe Ramírez)

Es suficientemente fácil demonizar a nuestros oponentes y asociarnos sólo con nuestros amigos y con aquellos que están de acuerdo con nosotros. Requiere gran coraje y paciencia abrirnos a aquellos con quienes no estamos de acuerdo, sean colonos judíos, extremistas de derecha o izquierda, sionistas radicales, fanáticos religiosos o cualquiera que tenga otra opinión. Sin embargo, eso es precisamente lo que debemos hacer. Entiendo que este reto pueda ser un puente demasiado lejano para algunos de ustedes. Después de todo, va contra la sabiduría convencional de la mayoría de las organizaciones y activistas. Puede ser también contra la ley. Pero, me gustaría escuchar de otros que no están de acuerdo conmigo. Al menos, tengamos una conversación sobre un tema que ha sido un tabú por demasiado tiempo. Continuar leyendo