Obituario. Gustavo Ruz.
por Víctor Muñoz Tamayo
Gustavo Ruz (21 de octubre de 1947 – 10 noviembre 2022) Continuar leyendo
por Víctor Muñoz Tamayo
Gustavo Ruz (21 de octubre de 1947 – 10 noviembre 2022) Continuar leyendo
por Felipe Ramírez
¿Qué tiene que ver esto con nuestro país? Hace mucho tiempo que está claro que la actual matriz productiva llegó a un tope y necesita repensarse si queremos no sólo reimpulsar el crecimiento, si no cambiar los patrones productivos y de distribución de la riqueza, de manera de terminar con su actual concentración. En ese sentido, los énfasis planteados por el PCCh en su último congreso representan una oportunidad para obtener inversiones que podrían orientarse al desarrollo de iniciativas industriales en áreas estratégicas que dejen atrás la mera exportación de recursos naturales, enfocándose en innovación, por ejemplo. Continuar leyendo
por Luis Velarde Figueroa
Tanto el trabajador como la trabajadora no deciden sin más firmar un contrato laboral que los mantiene lejos de su casa, su familia, sus intereses, etc., sino que deben asumir esa decisión. La expresión de Marx para esto –y que Lukács torna un concepto por sí– es “bajo riesgo de ruina”. Esta es la manera en que opera la necesidad en la esfera social: requiere de la acción humana, de su decisión como acto de voluntad, mas esta no se nos presenta en un campo vacío e indeterminado, sino en un medio concreto que la condiciona, por la producción y reproducción material. Las condiciones que hacen asumir esa decisión a los individuos no consisten solo en las necesidades vitales, sino la estructura social e histórica bajo la cual están por un lado los poseedores de medios de producción y por otro quienes tienen solo su fuerza de trabajo. Esta estructura es una necesidad del funcionamiento del sistema y no una mera repartición azarosa. Continuar leyendo
por Juan Pablo Vásquez Bustamante y Juliane Rodrigues Teixeira
Las recientes elecciones generales desarrolladas en Brasil presentan resultados que parecen conducir a conclusiones que podrían ser un tanto contradictorias, o bien, desglosados, apuntan a direcciones diferentes. Se trata de una situación extremadamente compleja que permitió avanzar a los sectores progresistas y de izquierda en una tarea que, más que necesaria, se hacía urgente, y que, sin embargo, dejó ventanas y cortinas abiertas y una grieta en el techo, mientras las fuerzas solamente alcanzaron para dejar bien cerrada la puerta principal en el último momento y tras una lucha incesante. Continuar leyendo
por Marcelo Ortiz Lara
En general, cuando no se reconocen rupturas en la vida humana, fallas de sentido, es porque estamos ad-portas de los fascismos: ideologías y políticas del cuerpo que homogenizan lo que no se puede homogeneizar. Si las derechas alternativas han comenzado a hacer suyas muchas de estas demandas, tiene que ver un poco con esto: con ciertos relatos que están al interior de estos movimientos sociales y que, en cierto punto, a veces, no son excluyentes con ideas de extrema derecha. O no al menos, como bien lo refiere Nancy Fraser, con el capitalismo del siglo XXI. Continuar leyendo
por Claudio Aguayo Bórquez
“En este caso, al no ser teóricamente rastreable, el anti-estatismo de la izquierda chilena opera como la necesidad por adherirse al discurso públicamente aceptado del liberalismo. La idea del pueblo “colosal” con deseos de “autonomía y libertad” coincide, punto por punto, con una ominosa necesidad de hacer aparecer el corazón de la subjetividad capitalista como contenido positivo de la política de izquierda. Después de todo sí, nosotros también queremos libertad, propiedad privada y emprendimiento: ¿de dónde surge esta representación del pueblo?, ¿qué autoriza a separar, sociológicamente, el “deseo de ser felices” como dice Ruiz, de la lucha por mejoras económicas?, ¿cuál representación, cuál imaginario de la felicidad está en la base del deseo de ser felices que Ruiz atribuye al pueblo-sujeto de la revuelta chilena? Dejo este set de preguntas en suspenso, no sin enfatizar lo inconveniente de su irresolución.” Continuar leyendo
por Afshin Irani
Si el gobierno quiere imponer la ley en base a una doctrina islámica, eso implica un debate social acerca de qué significa la doctrina y cómo definirla. Muchos pensamos desde fuera que la Sharía o la ley islámica es una cosa fija, pero la evidencia muestra que siempre hay un punto de debate, en el que hay muchas perspectivas. Esto crea una cierta unión en la sociedad, un reconocimiento entre partes que antes quizás eran mucho más divididas o no se veían tan conectadas. Ahora vemos el impacto de décadas de activismo adentro de Irán con respecto a esos temas. Continuar leyendo
por Nicolás Román
In girum imus nocte y quemarlo todo son consignas paralelas de una impotencia nihilista frente a la lectura de la derrota en el plebiscito y el cierre del ciclo político asociado con el proceso constituyente. La calle, la mecha, quemarlo todo son una política del fracaso, una agonía febril, voluntarista e individualista que hoy propone nada y clama dolorosamente por un enfrentamiento candente contra la inercia del sistema. La política de la mecha no tiene sociedad, colectividad ni masas, es puro fuego pero no refugio. La luz cegadora de la pasión por quemarlo todo es un harakiri estético, una consigna que se desborda en su forma, pero se apaga en su contenido, una consigna útil al calor del resentimiento, pero inútil al fin al cabo frente al clamor de justicia social. Continuar leyendo
por Luis Thielemann Hernández
Esa es la tragedia estratégica: la coalición de gobierno dejó de creer en –o de querer a– la fuerza social que la hizo posible en el Gobierno. ¿Dejó de creer en sus fines, en sus medios o en su subjetividad conformada en la lucha? La parte más grave del problema, en todos los casos, es que dicho alejamiento, dicha desconfianza, es cada vez más mutua. Y eso es el núcleo de oscuridad aterrorizante del problema; porque de ahí, de ese afán de participar, o de cambiar las cosas que movilizó a millones por más de una década y que ahora resultó derrotado en las urnas y luego parece ser frustrado por la izquierda, comen los fascistas del siglo XXI, come la antipolítica que viene a imponer un nuevo feudalismo político en el capitalismo tardío. El populismo de izquierdas, al trancarse en sus promesas y desmentirlas con sus acciones, al liquidar su propia historia de luchas en el tacticismo cortoplacista, aumenta el caudal de la antipolítica, de la violencia autoritaria del fascismo por venir. Así de costosa es la imaginación estratégica sin historia. Continuar leyendo
por Nicolás Román
La exhibición se nos presenta por capas, los muros, las imágenes de los muros, la letra, la iconografía de la revuelta, la ruina y el registro proyectado sobre ellas en una atmósfera de la protesta como una naturaleza muerta. Palimpsesto es una reescritura, una insistencia por algo incomprensible que la revuelta desató. Un paso al acto generalizado que se transformó en acontecimiento y nos sacó las palabras de la boca para plasmarlas todas en los muros. Continuar leyendo