Empezó el siglo en un octubre rojo: Notas sobre una revuelta antineoliberal
por Luis Thielemann H.
Esta revuelta también desafía la idea de la revuelta como último recurso, y la pone como la herramienta más a mano de un colectivo que se descubre a sí mismo como masa. Quien buscaba grupos que luchan solo cuando la pobreza los ahoga, y que asumen con seriedad y gravedad de burócrata de partido todo lo que hacen, que vaya a ver películas soviéticas. Quien busque desalmados individualistas que no les importa nada más que la venganza social enajenada, que vayan a leer el academicismo que siempre buscan categorizar el malestar activo de los de abajo como delito, enfermedad o descomposición social. Lo que hay es una clase trabajadora cabreada, pero también una que por fin encontró algo que hacer que la llene de vértigo real. Hay una alegría en los que luchan de por fin tener control, aunque sea por un rato, de sus vidas y de su ciudad. Quien busque la masa madre de cualquier estrategia de izquierda, ahí la encontrará. No luce como en los libros, pero nada lo hace. Continuar leyendo