Tras la derrota, la búsqueda de nuevos horizontes
por Felipe Ramírez
Me atrevo a plantear que la derrota va más allá del nivel estratégico, y tiene ribetes que pueden ser calificados como ideológicos –e incluso “espirituales”, aunque a parte del progresismo le genere ruido el concepto-: representa el fracaso del camino progresista por realizar transformaciones desde la institucionalidad y anclados fundamentalmente en las capas medias profesionales como punta de lanza de los cambios, dejando de lado el mecanismo de acumulación de fuerzas que caracterizó las dos décadas anteriores, concentrado en torno a la movilización social. Continuar leyendo