Un 8M para avanzar en mayor representación política de las mujeres trabajadoras

Sin duda que avanzar en mayor representación política y en los espacios de decisión es importante, pero cuando se cumple un nuevo Día internacional de las Mujeres trabajadoras, es importante que no perdamos el sentido de esa representación, que debe ser siempre un medio para lograr mayor igualdad, mayor justicia y una mejor calidad de vida para las mujeres del país.

por Camila Rojas V.

Imagen / 8 de marzo, 2018, Montevideo, Uruguay. Fuente: MediaRedUy


La participación política de las mujeres ha sido una lucha y una deuda histórica. Mientras los hombres ocupan el espacio público con total naturalidad, a las mujeres se nos entrega el espacio privado como responsabilidad suprema: el cuidado del hogar, la crianza de los niños y niñas.

En nuestro país la participación política de las mujeres ha sido un camino difícil. Pero ha habido mujeres que sin duda nos han abierto camino, como Gladys Marín quien fue diputada desde 1965 hasta 1973, o Laura Rodríguez a comienzos de los 90 siendo pionera en relevar los derechos sexuales y reproductivos o el divorcio. Sin duda que, en ese sentido, también resultó relevante la elección de la primera mujer presidenta, Michelle Bachelet, en 2005. No fue, sin embargo, hasta que entró en vigencia la Ley de Cuotas Parlamentarias que se pudo romper de manera más definitiva el cerco que mantenía a las mujeres fuera de uno de los espacios políticos más importantes: el Congreso Nacional.

Hasta antes de esta norma, la representación de las mujeres alcanzaba, en promedio, un 14,4% en la Cámara Baja y un 11,7% en el Senado. Hoy día esos promedios se han duplicado, pasando a un 29% de mujeres en la Cámara y un 24,2% en el Senado.

Pero no se trata únicamente de cifras, sino también de cómo traducimos estos avances en mayor igualdad para las mujeres. Como mujer estudiante fui parte del movimiento estudiantil y decidí postular al Congreso con la esperanza de traducir nuestras demandas en avances concretos. Y si bien este es un camino lento y muchas veces frustrante, han sido muchos los proyectos que hemos logrado sacar adelante, incluso en gobiernos adversos a los avances feministas.

No sólo avanzamos en términos de paridad para los procesos constituyentes, sino que también hemos trabajado por la corresponsabilidad parental y el derecho a una vida libre de violencia.

Durante este periodo logramos aprobar la Ley de equidad de género en la Pesca y Acuicultura y la Ley que prohíbe el matrimonio con menores de edad, conocido como “Son niñas, no Esposas”, además de la legislación para asegurar el pago de la pensión de alimentos promovido por el Ministerio de la Mujer.

Junto a ello hemos presentado el proyecto Yo cuido y Estudio, para favorecer la conciliación entre los estudios y los trabajos de cuidado que ejercen miles de estudiantes embarazadas, con hijos e hijas, o que cuidan a personas enfermas o dependientes.

Hemos avanzado en penalizar la remoción no consentida del preservativo, la Ley José Matías para respetar y proteger la identidad de género de los estudiantes, diversos proyectos para avanzar en la prevención y sanción del acoso sexual en distintos espacios, así como iniciativas que promueven la representación de las mujeres en diversos lugares de toma de decisión, en el deporte y la cultura, y ya se ha anunciado la voluntad del gobierno del Presidente Boric por avanzar en Educación Sexual Integral, una iniciativa fundamental para prevenir el abuso y la violencia de género.

Sin duda que avanzar en mayor representación política y en los espacios de decisión es importante, pero cuando se cumple un nuevo Día internacional de las Mujeres trabajadoras, es importante que no perdamos el sentido de esa representación, que debe ser siempre un medio para lograr mayor igualdad, mayor justicia y una mejor calidad de vida para las mujeres del país.

Camila Rojas Valderrama
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Diputada de la República de Chile, militante del partido Comunes.