ÑUKE, escrita por David Arancibia y dirigida por Paula González, es el cuarto trabajo de la compañía de teatro documental Kimvn. El texto fue escrito en el marco del primer taller del Royal Court Theatre de Londres en Chile. La obra será remontada en la plaza de la cultura de la Estación Mapocho en la ruka de la compañía los días 3, 4 y 5 de enero de 2019.
por Nicolás Román
Imagen / ruca mapuche, 1930. fuente: Wikipedia
La compañía de teatro documental Kimvn estuvo la mayor parte del 2018 en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos con su ruka. Su instalación ahí ofrecía talleres, conferencias, hasta una retrospectiva de su trabajo. Asistí a Ñi pu Tremen (Mis antepasados)[1], un trabajo con mujeres, madres, abuelas y nietas sobre la diáspora[2], sobre ser mapuche, sobre cómo el pasado determina el presente.
Tres semanas después fue el asesinato de Camilo Catrillanca[3]. Este hecho en específico se inscribe en una larga lista sobre la relación violenta y colonial entre el Estado y el pueblo Mapuche, sobre cómo se construye una matriz estatal de la dominación ante una forma de vida disidente.
La relación de estos hechos con el trabajo de la compañía Kimvn son una resistencia no reactiva. Su propuesta reflexiona sobre la creatividad, la riqueza y la diversidad de hacer arte mapuche sin estar atada a una muestra de arte tradicional ni folklórica, ni museográfica. Sus obras y creaciones reflexionan desde el teatro documental, desde el presente, desde las formas contemporáneas del arte político que enfrenta problemas sociales, culturales y de la representación en el arte sin necesitar una etiqueta que los incluya desde la exclusión multicultural[4][5].
ÑUKE, escrita por David Arancibia y dirigida por Paula González, es el cuarto trabajo de la compañía de teatro documental Kimvn. El texto fue escrito en el marco del primer taller del Royal Court Theatre de Londres en Chile. La obra será remontada en la plaza de la cultura de la Estación Mapocho en la ruka de la compañía los días 3, 4 y 5 de enero de 2019.
Mi interés por ver este montaje se basaba en las intersecciones entre el documento, lo real y la ficción, que practica el Teatro Kimvn. Esta obra va más allá. La ambientación es una ruka. Los espectadores estamos en la puerta y nos hacen pasar a su interior en silencio para estar dentro de una escena no tradicional. Estamos dentro de una casa, hay un fogón, una cocina, ajíes que cuelgan del techo y un cuerpo en el suelo.
El montaje es crispado e interesante, entra en el conflicto mapuche desde una perspectiva desgarradora. Las contradicciones y avatares de ser mapuche la encarnan la familia de Carmen y José, su hijo Kalén, la abuela y Pascual, el hijo mayor. El conflicto pasa por la aflicción por los allanamientos, el hostigamiento y la prisión. Los personajes están enfrentados a las contradicciones de vivir y hacer política como mapuches, en el imperio de las tradiciones republicanas que equilibran un Estado, un pueblo y una lengua.
La obra se precipita en los derroteros asociados a la vulnerabilidad de un pueblo, como diría Georges Didi-Huberman[6], en momentos en que la presión sobre su vida lo arrojan a la sobrevivencia. El montaje realista de estos conflictos pareciera no acabar ahí, la composición musical de Evelyn González, nos recuerda que hay significados más allá de la representación del cuerpo y la palabra. La atmósfera de la obra nos envuelve con el compromiso de los afectos, los ojos rojos y las palabras que se caen en pedazos en los gritos de los personajes que desgarran el uso de la lengua. Este montaje tiene un tiempo álgido, la iluminación de la ruka marca los ritmos de la crispación de la acción y la escena envolvente nos deja inmersos en el ajetreo de un hogar afiebrado por la presencia inminente y continúa del desastre.
Este es un montaje realista, sin embargo, siembra la interrogante sobre a qué tipo de realismo nos enfrentamos, cuáles son las posibilidades de hacer realismo hoy cuando los imaginarios se construyen en la evanescencia de la imagen, los medios, las redes sociales y la posverdad. El montaje se sitúa en una fisura del realismo tradicional por su manera de mostrar las relaciones afectivas, por la lengua nativa de sus personajes y por la presencia de la música en escena. En este trabajo hay muchos materiales del arte contemporáneo que nos señalan una fisura del sentido más allá de la representación. Nos muestra cómo aquello que entendemos: las palabras, las imágenes y la circulación de los cuerpos, tiene una dimensión que nos afecta que está más allá de un lenguaje determinado.
Uno de los elementos más relevantes de estos desplazamientos es cómo la obra está asociada a una defensa de los derechos humanos. Esta es una defensa de una disputa política para quienes se les ha negado un derecho: el derecho de ser. Por esos motivos, las palabras, los sonidos, las afecciones y las emociones orientan una lucha por reclamar el derecho de existir y agujerear lo real construido sobre la base de un acuerdo excluyente de la nacionalidad impuesta por el Estado.
¿Todos habitamos una zona de riesgo? ¿Estamos expuestos a la sobrevivencia?
Ñuke lo expresa en una vida como una resistencia.
La obra será presentada en la plaza de la cultura de la Estación Mapocho, los días 3, 4 y 5 de enero.
Más información en:
https://www.facebook.com/kimvnteatro/?ref=br_rs
https://www.instagram.com/kimvnteatro/
Notas:
[1] https://ww3.museodelamemoria.cl/cartelera/ni-pu-tremen-mis-antepasados-dir-paula-gonzalez-seguel-2/
[2] Enrique Antilero, Nuevas formas de colonialismo: diáspora mapuche y el discurso de la multiculturalidad, tesis para optar al grado de magíster en estudios latinoamericanos, http://repositorio.uchile.cl/handle/2250/112920
[3]Pablo Salas, “Camilo Catrillanca o esto no es un estado de derecho”, ROSA, una revista de izquierda, https://www.revistarosa.cl/?s=pablo+salas
[4] Fernando Pairicán, “Füta trawün: reafirmación de la autodeterminación”, ROSA, una revista de izquierda, https://www.revistarosa.cl/?s=pairic%C3%A1n
[5] Silvia Rivera Cusicanqui, Ch’ixinakax utxiwa: una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores (Buenos Aires: Tinta Limón, 2010)
[6] Georges Didi-Huberman, Pueblos expuestos, pueblos figurantes (Buenos Aires: Manantial, 2014)
Doctor en Estudios Latinoamericanos y parte del Comité Editor de revista ROSA.