“La pandemia nos hizo abrir más los ojos, darnos cuenta de lo que sucede. La empresa sabe que la mayoría de nosotros somos extranjeros, que necesitamos trabajar sí o sí, y se aprovechó de esta condición en medio de la crisis sanitaria para arremeter con más contundencia al trabajador, ¿por qué? porque el trabajador se ve más obligado a trabajar y tiene miedo de quedarse sin trabajo, entonces, ¿qué hace ella? empezó a bajar los sueldos, a ahorrarse costos y a incrementar la ganancia. En vez de valorarnos como parte del empleo esencial y capital humano, bajó los pagos de los pedidos, bajó los montos para poder hacer pedidos, incremento la carga laboral, impuso jornadas más extensas y más responsabilidad sobre el trabajador, jugadas chuecas que se convirtieron en la gota que rebalsó el vaso.”
por Ángel Martin[1]
Imagen / Huelga de repartidores en Sao Paulo, 2020. Fuente
El pasado viernes 28 de agosto se movilizaron por las calles de Santiago cerca de 2,000 drivers y riders, trabajadores para plataformas de aplicación de delivery, en apoyo al juicio laboral interpuesto contra la empresa PedidosYa, una de las principales compañías con operaciones en Chile. La movilización era inicialmente en apoyo a los 20 repartidores que presentaron una demanda colectiva ante el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago, luego de ser desvinculados arbitrariamente tras saberse de sus intentos por formar un sindicato. Ese día la empresa estaba citada a audiencia, pero por segunda vez no se dio por notificada y por ende se pospone la posible resolución del caso. Sin embargo, las tácticas para ganar tiempo se van agotando en la medida que las protestas de conductores son cada vez más frecuentes, y se suman precedentes como el fallo judicial contra Uber y Lyft en California que obliga a las gigantes tecnológicas a reconocer la relación laboral de la cual depende el servicio.
Y es que el proceso de digitalización que redefine modelos de negocios y penetra el mercado laboral a nivel global en muchas ocasiones elude los marcos legislativos que regulan las relaciones laborales clásicas. Al alero de una retórica que promete libertad e independencia, a través de estas plataformas se intensifican modos de control del trabajo que imponen turnos, tarifas, zonas de trabajo e incluso nuevas formas de recompensa en que intervienen los propios clientes. Toda una arquitectura controlada por algoritmos basados en una comunicación unidireccional en que no cabe la voz de los trabajadores ni la mas mínima posibilidad de diálogo, acentuándose así las ya profundas asimetrías de poder que caracterizan las relaciones de trabajo bajo el capitalismo.
En medio de este escenario adverso, un grupo de trabajadores y trabajadoras de reparto decide organizarse para pelear por sus derechos, dada la extremada situación de precariedad a la que se han visto enfrentados en el período de pandemia. Expuestos a situaciones de acoso, xenofobia y delincuencia, arreglándoselas con sus propios recursos para tomar las medidas sanitarias indispensables y viendo cómo sus ingresos se van reduciendo sin explicación alguna, surgen las resistencias. Para conocer un poco más de estas trayectorias, entrevistamos a Servio Hernández, vocero de Riders Unidos Ya, una de las principales agrupaciones que lidera las demandas contra la empresa. A continuación, nos cuenta de la lucha que actualmente llevan a cabo y advierte sobre los peligros que amenazan a quienes crecientemente se suman a trabajar en estas aplicaciones.
¿Qué motivos los llevan a organizarse como repartidores?
Los motivos principales que nos llevan a buscar participación, a través de una organización bien estructurada, fueron los abusos, los atropellos, las arbitrariedades de las empresas, la falta de respeto hacia nosotros los trabajadores, en definitiva, la falta de responsabilidad de la empresa para con nosotros los trabajadores. Estas compañías no nos reconocen como trabajadores, nos tienen una serie de calificativos como “colaboradores” o “socios emprendedores” para enmascarar una relación de dependencia. Nuestra organización responde en principio a medidas que de forma sistemática han ido reduciendo el salario, empeorando condiciones de trabajo y de vida.
Muchos compañeros fueron a la empresa a buscar respuestas de por qué nos trataban así, de por qué nos condicionan así, pero la empresa despedía sigilosamente a esos trabajadores, los desconectaba de la aplicación sin entregar explicaciones. Con nosotros “Riders Unidos Ya” fue diferente porque nosotros comenzamos a trabajar de manera anónima, hasta que en abril salimos de la clandestinidad y tomamos esta forma, tomamos este nombre. Nos conformamos como asociación de repartidores para luchar en contra de las políticas fraudulentas de la empresa que no nos reconocen ningún tipo de derecho laboral, y para buscar respuestas ante su actuación al margen de la ley laboral. Para entender porqué persisten en tratarnos como prestadores de servicios si en la práctica el trabajo reúne todos los elementos que conforman una relación laboral de dependencia.
¿Por qué razones han interpuesto una demanda contra PedidosYa?
En total somos 20 demandantes, con una sola demanda, pero la introdujimos en dos tribunales diferentes, en el primer tribunal se involucran 7 repartidores y los otros 13 en el segundo tribunal. Las razones son principalmente cuatro. Primero, porque fuimos despedidos injustamente luego de que en abril organizáramos una movilización por las razones antes expuestas. Cuando la empresa nos identifica, nos dejó sin trabajo. Demandamos entonces por un despido injustificado. Segundo, también estamos demandando porque lo anterior constituye una práctica antisindical que atenta directamente contra el derecho de organizarnos. No nos reconocen como organización y tampoco nos dan cabida como sindicato en el empresa, es decir, la empresa no respeta los convenios internacionales en materia sindical que están suscritos y ratificados por la República de Chile.
Tercero, estamos demandando porque se reconozca que existe una relación laboral. Este es el punto más importante: de reconocerse la relación laboral pasaríamos a movernos dentro de las disposiciones del código del trabajo y, por ende, gozaríamos al menos de los beneficios y protección que el código le reconoce a los trabajadores dependientes, y que la empresa sistemáticamente se niega a reconocer en nuestro caso. Por último, hacemos esto para sentar un precedente, para que el trabajador se de cuenta que estas empresas no son “pseudo dioses” sino que pueden ser atacables. El mensaje que queremos dar es que estamos buscando dignidad para el trabajador y respeto hacia el trabajador por parte de la empresa. Que la empresa aprenda a respetarnos, valorarnos y tratarnos como seres humanos, no como esclavos.
¿Cómo han cambiado las condiciones laborales durante la pandemia?
La pandemia nos hizo abrir más los ojos, darnos cuenta de lo que sucede. La empresa sabe que la mayoría de nosotros somos extranjeros, que necesitamos trabajar sí o sí, y se aprovechó de esta condición en medio de la crisis sanitaria para arremeter con más contundencia al trabajador, ¿por qué? porque el trabajador se ve más obligado a trabajar y tiene miedo de quedarse sin trabajo, entonces, ¿qué hace ella? empezó a bajar los sueldos, a ahorrarse costos y a incrementar la ganancia. En vez de valorarnos como parte del empleo esencial y capital humano, bajó los pagos de los pedidos, bajó los montos para poder hacer pedidos, incremento la carga laboral, impuso jornadas más extensas y más responsabilidad sobre el trabajador, jugadas chuecas que se convirtieron en la gota que rebalsó el vaso.
Frente a la crisis sanitaria la empresa en vez de ser más humanista, de pensar en el propósito social, nos expuso al contagio por el virus y no hizo nada para evitarlo. Ni siquiera el kit de prevención del COVID-19 nos entregaron. Muchos compañeros se han contagiado y hasta el día de hoy la empresa nunca ha respondido, a pesar de que ellos anunciaron un plan para supuestamente acceder a un un fondo de ayuda en caso de que el repartidor se contagiara, pero eso nunca lo cumplieron. Ellos nunca cumplen nada, ellos vieron que en pandemia podían hacer más plata con nosotros, incrementar sus ganancias sacrificándonos a nosotros, y nos sacrificaron, esa es la realidad.
¿Cuáles son sus proyecciones luego de la paralización de este viernes 28?
Nuestras proyecciones las definimos en la Mancomunal de Repartidores de App de Chile “MAREA”, conformada por “Riders Unidos Ya”, “Repartidores penquistas” de la ciudad de Concepción, y “Rappiteros 08 Chile”. Nuestro objetivo inmediato es afianzarnos, proteger al trabajador, ganar y resguardar derechos, especialmente para que tengan las herramientas para contestar y actuar contra la empresa, en el sentido de buscar soluciones… de buscar respuestas a tantos malos tratos.
En cuanto a la demandas, esperamos ganar el reconocimiento de la relación laboral, porque tenemos los elementos suficientes para demostrarlo, las pruebas están y podemos defender ante cualquier juez laboral que esta empresa tiene una relación laboral con sus repartidores. El llamamiento que hicimos este viernes 28 fue un principio para apoyar a la audiencia que corresponde al grupo de 13 trabajadores, se iba a dar mañana, pero sólo 2 días antes de la audiencia el tribunal le informa a nuestros abogados que la empresa no ha podido ser notificada, por segunda vez. Anteriormente ya había ocurrido la misma situación con la audiencia que involucraba a 7 trabajadores, y la empresa evadió de la misma manera hasta que el tribunal obligó a la empresa a asistir. Sin embargo, el tribunal en el que tenemos interpuesta la demanda más masiva no comparte el criterio del otro tribunal donde interpusimos demanda previamente, así que estamos en la pelea legal en este momento.
Hasta el momento, la excusa que ha manifestado la empresa es que no han estado operando de forma regular dada la situación de pandemia, pero sabemos que es absolutamente falso. Los repartidores PedidosYa siguen repartiendo, las empresas siguen produciendo, el algoritmo sigue funcionando. Ellos dicen que no han trabajado, pero usted sale a la calle y ve a los repartidores trabajando. Esperamos que nos den la fecha de nuestro juicio, así como el otro tribunal ya definió un primer juicio contra la empresa para el día 2 de noviembre.
En ese juicio PedidosYa la va a tener bien grande, la va a tener bastante difícil. Ahí usted ve que la estrategia de la empresa a esta altura es poner trabas y así debilitar el procedimiento, evitar llegar a juicio porque sabe que le será muy difícil demostrar que no somos trabajadores. Nosotros ya hemos entregado pruebas de que sí lo somos ante el primer tribunal, así que ahora la carga probatoria recae sobre ellos, a la empresa sólo le queda dilatar el proceso. Pero para que usted entienda, eso no nos va a restar ganas de seguir luchando.
Notas
[1] Agradezco a Matías Castro por su apoyo en la preparación de este material.
Ángel Martin
Sociólogo y Magíster en Sociología por la Universidad de Chile. Estudiante del Doctorado en Sociología de la Universidad de Manchester.