Entrevista a Libertad Méndez: “Queremos garantizar el derecho al goce de las mujeres”

Escribir una Constitución con mirada feminista permite que nuestras experiencias vitales, antes consideradas como privadas o “problemas de mujeres” sean objeto de deliberación y debate público, como por ejemplo el trabajo doméstico no remunerado o el acoso callejero. Así también permite considerar las condiciones reales de vida de las mujeres y todo quien no calce con el estándar, y entregar herramientas jurídicas con fuerte enfoque de derechos humanos, para así avanzar en varias cosas: frenar la violencia, la precariedad social, entregar medidas de protección, promover la educación en el tema y reconocer los trabajos de cuidados que realizan las mujeres al interior de las familias de forma no remunerada, como la crianza, cuidado de enfermos, labores domésticas y coordinación de la economía del hogar. En el fondo, que no por ser mujer carguemos son ciertos destinos y podamos por fin promover en Chile la integridad física y psíquica de las mujeres, respetando su proyecto de vida propio, su plan vital. 

por Diego Saavedra

Imagen / Libertad Méndez, Elizabeth Contreras.


 

Libertad Méndez, conocida como “La Ginecóloga Feminista” por sus programas en vivo en facebook, lanzó su candidatura a la Convención Constitucional por el distrito 13 de la región Metropolitana, correspondiente a las comunas San Miguel, Pedro Aguirre Cerda, La Cisterna, El Bosque, San Ramón, Lo Espejo. Libertad es médica de la Universidad de Chile y activa participante en la lucha por los derechos de las mujeres y el derecho a decidir. En esta entrevista nos cuenta su mirada sobre el momento constituyente, las prioridades que debe abordar una nueva Constitución con mirada feminista y cuáles son los desafíos del nuevo polo de izquiera que se ha ido gestando en la coyuntura.

 

Respecto al momento político que vive Chile con miras a la nueva Constitución, ¿cuál es tu visión sobre el escenario actual? 

Hoy más que nunca es necesario que personas comunes sean parte de los procesos políticos. Hay mucho oportunismo por parte de figuras de los sectores tradicionales de la política y el empresariado, pero nadie está pensando en cómo conectar este proceso con las demandas que levantó el pueblo movilizado y que generó las condiciones para abrir este escenario de cambio constitucional. Que personas como Clemente Pérez, famoso por su frase “cabros, esto no prendió” se esté postulando como constituyente demuestra este oportunismo de los sectores que construyeron y profundizaron el Chile de los 30 años. 

 

¿Y cómo crees que se puede conectar este proceso constituyente con las demandas levantadas a raíz del estallido social?

Escuchando, porque básicamente las demandas que se levantaron son derechos sociales, y esta lucha es la que permitió tener un plebiscito por una nueva Constitución. En este espacio es donde tenemos que plasmar estos derechos fundamentales por lo que se pelearon. Ahora a nivel procedimental en la convención, una cuestión básica debe ser la transmisión de las sesiones de esta instancia, permitiendo que siga el debate y la deliberación pública respecto del futuro del país. Asimismo, se deben considerar los insumos producidos por asambleas y cabildos que surgieron durante y después del estallido. Por último, un gran desafío es cambiar esta idea de democracia representativa, que termina siendo una delegación del poder de decisión en manos del representante, y avanzar hacia una concepción deliberativa, donde haya retroalimentación de las distintas realidades del país a través de los y las constituyentes electos para ello. 

 

Ahora refiriéndonos al escenario de la actual crisis sanitaria. La pandemia y los cambios políticos que enfrenta el país han empujado a que los partidos políticos, tanto de la oposición como de Chile Vamos, tengan que generar medidas económicas y sanitarias para solventar las necesidades de la ciudadanía. En ese sentido, ¿cómo calificas las medidas del Gobierno y la oposición en medio de este escenario? 

Son por lo bajo insuficientes, el gobierno ha tenido toda la información disponible y la ha manipulado. Ahora han montado un show mediático por las vacunas, pero solo tendremos 5.000 para el personal de salud y somos más de 500.000 trabajando actualmente. Además, está bien darle las vacunas primero a quienes trabajan en unidades críticas en hospitales, pero nuevamente se desconoce el rol de la atención primaria, hay equipos que están en contacto con casos de COVID permanentemente y quedan de lado. Nuevamente se prioriza el show mediático, y no tiene que ver con las necesidades sanitarias. Esta es una campaña más en que tratan de subir su 5% en vez de hacerse cargo del personal que está en primera línea. En definitiva, pocas vacunas, mucho show.

Ahora, respecto a las medidas económicas, todas han sido medidas parche. Por ejemplo el IFE es una medida parche que no se hace cargo de sostener a las familias, nadie vive en Chile con un bono, y debido a que la pandemia ha agudizado la crisis económica y el desempleo, no se hace cargo de entregar recursos con visión de mediano plazo, para que efectivamente las familias más pobres no tengan que salir a buscar sus sustento, exponiéndose al riesgo de contagio.

 

Respecto al primer y segundo retiro del 10%  ¿cómo ves la posibilidad de un tercer retiro, medida que la diputada Pamela Jiles ha impulsado? 

Las fuerzas que nos denominamos progresistas o de izquierda, hemos estado ahí ayudando a paliar el hambre, por ejemplo con las Médicas feministas organizamos cajas de mercadería, porque el hambre es real. Pero no puedes hacer de esto tu trinchera de lucha, eso es tener una visión muy de corto plazo. Sabemos que las pensiones serán de miseria igual, pero eso le quita la responsabilidad al gobierno para hacerse cargo de la crisis. Se dejan fuera a trabajadores informales, dueñas de casa o toda persona que tiene poco o nada de ahorro en la AFP, por lo mismo quiero ser enfática en señalar que los retiros son una pésima política pública, que por lo demás tienen un fuerte ethos neoliberal, ya que detrás está la idea de que cada persona se rasca con sus propias uñas.

Creo que en esta pasada la oposición debe impulsar proyectos como el impuesto a los súper ricos, de esa forma quienes tienen más deben aportar en mayor medida para contrarrestar los efectos negativos de la crisis, y que de esa forma el Estado se haga cargo de las consecuencias sociales y económicas de la pandemia global. También es necesario y debe ser prioridad para el Estado impulsar una renta básica de emergencia que permita cubrir las necesidades primordiales de las personas por el tiempo que dure la pandemia, con miras a instalar una renta básica universal como derecho social garantizado, lo que le entrega poder adquisitivo sobre todo a las dueñas de casa, quienes no tienen remuneración actualmente y las deja dependiendo económicamente de un marido o de terceras personas. 

 

Tú te has declarado ser una ginecóloga feminista que va a la Constituyente, ¿por qué es necesario que una feminista sea parte de la redacción de una Constitución?

Hoy en Chile nos jactamos de ser uno de los países más desarrollados económicamente en la región, sin embargo, tenemos pocos avances sustantivos en el desarrollo humano, sobre todo para las mujeres y las disidencias. Un piso mínimo sería cumplir con las medidas que propone el feminismo liberal y que son las cuotas de género para promover mayor participación pública de las mujeres. Actualmente, las mujeres representamos más de la mitad de la población, y por ende debemos tener una representación equivalente al número de personas que somos en la población del país, ya que de otra formas siempre estaremos subrepresentadas. Sin embargo, sabemos que esto no es suficiente, ya que hay ciertos determinantes sociales que terminan dejando a las mujeres de la clase alta como parte de estos puestos de poder, y que no son representativas de la realidad nacional.

Escribir una Constitución con mirada feminista permite que nuestras experiencias vitales, antes consideradas como privadas o “problemas de mujeres” sean objeto de deliberación y debate público, como por ejemplo el trabajo doméstico no remunerado o el acoso callejero. Así también permite considerar las condiciones reales de vida de las mujeres y todo quien no calce con el estándar, y entregar herramientas jurídicas con fuerte enfoque de derechos humanos, para así avanzar en varias cosas: frenar la violencia, la precariedad social, entregar medidas de protección, promover la educación en el tema y reconocer los trabajos de cuidados que realizan las mujeres al interior de las familias de forma no remunerada, como la crianza, cuidado de enfermos, labores domésticas y coordinación de la economía del hogar. En el fondo, que no por ser mujer carguemos son ciertos destinos y podamos por fin promover en Chile la integridad física y psíquica de las mujeres, respetando su proyecto de vida propio, su plan vital. 

Y en específico como ginecóloga, ¿cual crees que es tu aporte al debate en este sentido?

Creo que es fundamental que la educación sexual sea un deber del Estado así como un derecho de las personas. Si bien se debe educar en general a la población, -ya sea para prevenir enfermedades, promover el autoconocimiento y autocuidado, así como el consentimiento y la afectividad- es muy necesario capacitar y cambiar la mentalidad del personal de salud. Técnicos y profesionales somos las autoridades expertas en la materia y con nuestros dichos, adjetivos o actos terminamos violentando los distintos procesos en la vida sexual y afectiva de una persona, sobre todo de las mujeres. Son miles los casos de violencia obstétrica y ginecológica que dejan marcas profundas en la autoestima de muchas mujeres, y esto no puede permitirse de ninguna manera en el Chile que empezamos a construir desde la revuelta.

A propósito de un conversatorio que tuvimos con organizaciones contra la violencia gineco-obstétrica, conversamos de cómo transmitir esto a una nueva Constitución. Si bien puede parecer extraño, lo que buscamos es el derecho al goce de las mujeres. Hoy en día nos nombran una vez en la Constitución, se invisibilizan nuestras vivencias y eso repercute en una serie de cuestiones, como que el aborto no es completamente legal, en que no hay educación sexual integral, no hay derecho al placer femenino en general, no tenemos espacios para armonizar nuestro rol de madres o dueñas de casa con otras aspiraciones de vida. Por eso queremos garantizar el derecho al goce de las mujeres, desde tener una vida sexual plena hasta vacaciones para las dueñas de casa, que es una cosa mínima que tienen las personas trabajadoras. 

En el fondo, desde que naces mujer tienes muchas vivencias predestinadas y eso se cambia asegurando condiciones dignas para llevar a cabo nuestro propio proyecto vital. Es necesario visibilizar a las mujeres en la nueva Constitución para combatir activamente el machismo, sino seguiremos siendo ciudadanas de segunda clase.

Ahora, tú como mujer militante de un partido político del Frente Amplio, en este caso Comunes,  y en el marco del reciente acercamiento con el bloque Chile digno ¿hacia dónde crees que debe ir la reconstrucción de la izquierda política? 

Creo que existe la necesidad de elaborar un proyecto histórico para la izquierda del siglo XXI, como también un nuevo proyecto de sociedad para el Chile que viene. Tenemos un déficit de proyecto en la izquierda, en cuanto a pensar un nuevo modelo social, político y económico, vale decir, diseñar nuestro propio modelo de sociedad alternativo al neoliberalismo. Por ende debemos asumir este desafío que requiere de mucha discusión y elaboración. Y en esta tremenda tarea necesitamos de todas las tradiciones y culturas de izquierda, por eso para nosotros es importante generar puentes con la cultura comunista que ha sido tan importante para la historia de la izquierda Chilena. 

En dicho sentido es fundamental que las fuerzas sociales y políticas de izquierda con las que nos venimos encontrando en las luchas sociales de nuestro tiempo, puedan converger en una alianza programática y electoral que se abre con este nuevo escenario post revuelta social del 18 de octubre. Particularmente con los compañeros y las compañeras que provienen de la tradición comunistas, esto por dos razones centrales a mi juicio. Primero por la necesidad de reconstruir una alianza de izquierda en Chile, esto implica asumir con humildad y aprendizaje las experiencias histórica del frente popular y de la unidad popular. 

Y por último, una alianza con Chile Digno responde también a una cuestión de necesidad táctica para afrontar el proceso constituyente, ya que en la convención estará en juego la construcción de nuevo acuerdo en torno al Estado, y en virtud del quórum de los ⅔ para definir acuerdos, es importante que las fuerzas de izquierda antineoliberales podamos alcanzar ⅓ de los convencionales, de esta forma podremos determinar ciertos acuerdos mínimos como por ejemplo la consagración de derechos sociales.

Diego Saavedra
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Licenciado en Ciencias Jurídicas por la Universidad Andrés Bello y estudiante del Magíster en Derecho de la Universidad de Valparaíso.