Al ver esta situación era fundamental brindar apoyo para abastecer a las familias, y la Secretaría de Mujeres Inmigrantes asumió ese trabajo y lo ha llevado a cabo lo mejor que ha podido, y no sólo en términos de acopio, también en el apoyo psicológico en situaciones graves como la violencia de género que se está dando en época de confinamiento, contra la mujer y las disidencias sexuales. Y por supuesto que desde la Red de Periodistas y Comunicadores Migrantes se deben visibilizar estas apuestas de organización popular que nacen del movimiento social migrante.
por Afshín Irani
Se extienden los días de confinamiento y ya es posible comenzar a distinguir el abordaje de distintos sectores de la opinión pública a las crisis y problemas por los que atraviesa la población en dichas condiciones. Lejos de un abordaje netamente descriptivo, hemos visto cómo, a la hora de esbozar culpas y responsabilidades en el mal manejo que se le ha dado al país durante la pandemia, se vuelven a actualizar las líneas editoriales xenófobas en el discurso político, tanto de autoridades como en los medios de comunicación. Frente a estas situaciones, y para comentarnos sobre las estrategias de contención y respuesta de las organizaciones del Movimiento Social Migrante, conversamos con David Arboleda, a quien le agradecemos la disposición a depurar elementos para una discusión de fondo.
David Arboleda es periodista de la Universidad de Católica de Pereira (Colombia), participante de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes y miembro fundador de la Red de Periodistas y Comunicadores Migrantes. En esta entrevista veremos Racismo, Confinamiento, Medios Masivos, Regularización.
Afshin: Estos días hemos visto cómo se desplaza la atención hacia la violencia ejercida a los sectores más precarizados y vulnerables de la población, dentro de estos, la población inmigrante. De alguna forma, hoy el debate se ha manipulado para hacer reiterativa la representación de la crisis sanitaria como un problema de la inmigración.
Esto se comienza a producir tempranamente, incluso antes del confinamiento, a partir de la discriminación de la población china y los descendientes chinos en Chile y rebrotan casos constantemente. En un contexto de crisis sanitario global ¿Cómo consideras el abordaje a la población china como representante del virus?
David: hay que recordar que en el caso de la representación de la población asiática en general, nos han bombardeado con una propaganda basada en una configuración política internacional donde se presenta la hegemonía de Estados Unidos como el ejemplo a seguir, y según eso, todo lo que provenga de Asia debe ser cuestionado, investigado, puesto en tela de juicio.
Ahora que me lo comentas, recuerdo mi formación universitaria, cuando repasábamos el discurso de la producción cultural que surge de Estados Unidos, en las caricaturas por ejemplo, y cómo estas nos muestran al otro, a personas que provienen de otras regiones que no son de occidente. Digo esto porque en el abordaje estructural al racismo y la discriminación hay que considerar cómo se trabaja la psicología en las personas.
Ahora, en el contexto actual, en pleno siglo XXI donde tenemos muchísima información útil respecto a la multiculturalidad y la interculturalidad, me parece muy preocupante que se esté utilizando la figura del asiático, en este caso concreto de personas de nacionalidad china, para infundir temor.
Por la información que llegó sabemos que el virus inició la propagación en un territorio específico en Asia, pero se trata de un problema internacional. Yo ahí sí creo que es importante el llamado de atención de distintos analistas, que dice que no estamos abordando un problema global con estrategias globales, en cambio, dejamos desprotegidas a regiones y sectores de la población históricamente olvidados, vulnerando más sus derechos. Esto ocurre con las poblaciones migrantes en diferentes territorios del mundo, y en Chile particularmente.
A: ¿En el caso particular de la población migrante china y descendientes chinos en en Chile, cómo han abordado este problema las organizaciones inmigrantes en Chile?
D: En la Coordinadora Nacional de Inmigrantes no hemos discriminado por nacionalidades. Hay estigmatización y racismo, por experiencia, por el abordaje que han hecho los medios, y lo que conocemos de la misma historia del país. Nos parece importante insistir en que este no es un virus que afecta a las personas por nacionalidad.
De hecho, según la misma información que circuló, es de conocimiento público que el contagio no inició por la población inmigrante trabajadora que suele venir al país, sino por chilenos y chilenas que estaban como turistas en otras partes. En este sentido, sabemos que el uso del discurso cambia en épocas de emergencias y crisis, la figura del inmigrante es extendida y sirve para desviar la atención de los problemas estructurales.
Nosotros hemos hecho el llamado a las autoridades y a los medios para que sean responsables con la información, y a la comunidad en general a que evite el pánico y la estigmatización, las cuales juegan en contra para hacer frente a esta pandemia.
A: Como sugieres, hay una cierta dualidad en el discurso, por un lado, hay un virus que no discrimina raza, orígenes o clase, que es una amenaza potencial para todos; pero ese abordaje convive con formas discriminatorias, cuando consideramos las desigualdades que se construyen en base a los sistemas públicos de salud, seguridad social, en políticas laborales. En el fondo, el castigo a las poblaciones en condiciones precarias incluye atribuirle responsabilidad sobre la propagación del virus. Me gustaría que desarrolles un poco más la especificidad de este asunto.
D: En ciudades segregadas, el peso de la pandemia no cae igual sobre todas las personas, ya que la precarización de la vida misma, tiene que ver también con el acceso a diferentes servicios. Esta emergencia llega en un momento donde ya de por sí hay población inmigrante vulnerable, por ser mujer, por ser afrodescendiente, por provenir de otro país latinoamericano, por el tipo de vivienda que habita, por los trabajos en los que le toca desempeñarse, por la desigualdad del neoliberalismo, en fin. Es gravísimo, y no sólo afecta a inmigrantes, también afecta a otras poblaciones en Chile.
Vemos por ejemplo que las familias de clase trabajadora necesitan un ingreso mínimo para vivir y tienen que poner sobre la balanza salir a trabajar para comer o proteger la vida en aislamiento y cuarentena. La verdad es que la comunidad inmigrante ve aún más riesgos porque muchas personas viven de la informalidad, además hemos visto casos de hacinamiento en las viviendas. El Estado no considera el contexto en el que viven muchas personas inmigrantes para evitar que se contagien.
Esto nos preocupa en la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, por eso, hemos destacado la necesidad de la regularización migratoria. Ahora más que nunca es el primer paso para garantizar el acceso a los derechos y que la comunidad migrante pueda estar más protegida frente a los riesgos que existen con el Covid-19. En otras palabras se pone en peligro a las personas migrantes cuando estas no cuentan con su documento de identidad al día.
A: ¿En este sentido, la Regularización significa tanto la posibilidad de ser considerados en las políticas sanitarias como el acceso a derechos sociales?
D: Toda la burocracia que hay en las instituciones, le dificulta mucho el acceso al trabajo y el cuidado de su propia vida a una persona indocumentada. La precarización de la vida para una persona inmigrante también comienza cuando no tiene RUT, cuando no es identificable para realizar los trámites que le exige el Estado.
A: Hay experiencias de regularización y legalización en otros lugares. A mi juicio se han dado dos tipos de respuesta a este problema, por un lado, gobiernos que entienden como un problema público la precarización de la población, entendiendo que el virus se cuida cuidando a toda la población; y por el otro lado, gobiernos como el chileno, el brasileño o el norteamericano, que tratan a las poblaciones de riesgo como responsables. Esto reactualiza el discurso de la frontera, de la expulsión y muestra que la solución a estos problemas es ponerse más nacionalista. ¿Cómo has visto esto en Chile y en Latinoamérica?
D: Tanto en la Red de Periodistas y Comunicadores Inmigrantes como en la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, hemos estado muy pendientes de cómo se llevan a cabo todas estas medidas durante esta pandemia, tanto a nivel local como internacional. Los estados entran a tomar medidas, pero también se evidencia cómo estas medidas entran al límite con los derechos de las personas. Hemos visto que algunos se ponen más estrictos, otros más flexibles, y en ese control social se empieza a vulnerar el derecho a la movilidad humana.
También vemos que hay personas tratando de regresar a sus países y su derecho al retorno es muy válido, así como es válido que se queden en el país, quienes desean hacerlo ¿Cómo garantizan esos derechos los Estados? En el caso de Bolivia, vimos que se dispuso de albergues para la primera caravana que retorna, pero les ha tomado tiempo, y siguen creciendo las caravanas, no hay una respuesta más integral de cómo tratar a esa migración que retorna en esta situación de emergencia, además hubo incluso un discurso que criminalizaba a quienes estaban regresando. Lo mismo estamos viendo en la frontera con Perú, no hay medidas claras para garantizar el retorno de quienes están con intención de volver a su país de origen.
Esto es producto de que no hay una estrategia global para atender este tipo de situaciones. De por sí ya había una crisis migratoria en Latinoamérica y el mundo, no es algo que estuviera invisible, lo vimos con las caravanas de Centroamérica para llegar a EEUU, pasando por México, hemos tenido años de movilidad humana intrarregional, y si miramos hacia otro continente, nos encontramos con los campos de refugiados en Europa.
Lamentablemente la cobertura a estas realidades está volcada al amarillismo. A propósito de los discursos xenófobos que comentábamos al principio, estos se refuerzan más en épocas de crisis, sea por el virus, crisis económicas y sociales, etc.
Entonces en estas coyunturas de crisis reaparecen estos discursos nacionalistas para desviar la atención en cuanto a las denuncias por la falta de transparencia en los datos y otros cuestionamientos al Ministro de Salud en Chile. Esto no es nuevo, cuando el gobierno se ve cuestionado, usa la figura del inmigrante con una connotación negativa, y tiene el poder junto a los medios de comunicación tradicionales para reproducir esos discursos.
A: Insistiendo en esta atribución que tienen de facto se apropian los gobiernos para representar la situaciones de los inmigrantes, si un Estado puede separar y responsabilizar a ciertos sectores de su población, hay una forma muy funcional de ver como solución a actos que no lo son, como lo son las expulsiones. Es un espectáculo que tiene su objetivo más en mostrar una mano dura que hacer algún intento de solución.
Tienes un punto al vincularlo con el problema de la propiedad de los medios de comunicación masivos pero ¿no hay a través de esto también una forma de legitimar la toma de decisiones más cuestionables del gobierno hacia la totalidad de la población? ¿Hay algún objetivo tras de esto?
D: Cuando uno ve frases sueltas de algunas autoridades, uno podría pensar que, bueno, se le pasó, no tiene lenguaje inclusivo y listo. Pero cuando uno ve un discurso reiterativo, que es parte del despliegue mediático de este gobierno y muchas autoridades, cuando tú ves que es propio de los medios de comunicación enfocarse en ciertos sectores de la ciudad; entonces te das cuenta que es estructural y que hay una estrategia comunicacional detrás que termina señalando a las poblaciones más vulnerables.
Por otro lado, nos preocupa muchísimo que no sea solamente una cuestión de lenguaje, esto trasciende a otro plano y estos imaginarios que se construyen terminan violentando en su integridad física a las personas, y lo vemos en esa agresión cuando un vigilante le lanza una patada a una persona inmigrante con completa impunidad, lo vemos cuando hay insultos contra una población inmigrante en particular en un lugar donde hay hacinamiento y no hay condiciones habitacionales adecuadas.
Estos discursos están orientados a manipular a la opinión pública desde el temor de las personas. La estrategia para abordar la cuarentena se entiende menos como estrategia de salubridad y más como estrategia comunicacional cuando el gobierno y toda su maquinaria mediática ponen el foco en un pequeño sector. Así busca justificar y reafirmar su autoridad ante la opinión pública, cuando está siendo cuestionado.
A: Cambiando el tema, pasando al trabajo de las Organizaciones de Inmigrantes en estas circunstancias, quería partir preguntándote por una en la cual participas, que ya la mencionaste antes. ¿Cómo nace la Red de Periodistas y Comunicadores Migrantes? ¿Quiénes la componen?
D: La Red de Periodistas y Comunicadores Inmigrantes está cumpliendo un año, y nació con el apoyo de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes en Chile, y el acompañamiento del Consejo Regional Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile. La integramos periodistas de diferentes países y se formó porque veíamos en todo este discurso xenófobo y racista, circula una forma reiterativa de violencia, un discurso que sigue presente por más que se sensibilice y se informe. Entonces, esta Red, que reconoce la migración como un derecho inalienable de las personas, busca contribuir al debate público promoviendo una perspectiva más humana e intercultural que cuestione la discriminación.
También buscamos generar lazos entre los periodistas integrantes, fortalecer la presencia de inmigrantes y un discurso con perspectiva de derechos en los medios de comunicación, así como contribuir al movimiento social migrante. Es importante aportar a la construcción de una sociedad más inclusiva, y lo hacemos empoderándonos como migrantes. No sólo somos observadores, desde nuestro oficio podemos aportar.
El lenguaje es importante en la construcción de la realidad, estamos seguros y seguras de eso.
A: Por último, la misma Red ha visibilizado muchas iniciativas que tiene el resto de la comunidad inmigrante en Chile. Han destacado, en tiempos de crisis la forma de organización de la acción migrante, especialmente dos iniciativas que han sido las más protagonistas, sin perjuicio de que hay muchísimas siendo ejecutadas y que merecen mucha atención; estas son la Secretaría de Mujeres Inmigrantes y la Brigada de Salud Migrante. ¿Puedes comentar un poco en qué consisten?
D: Bueno, la Secretaría de las Mujeres Inmigrantes ya existía, ha sido muy importante, y creo que ha tenido gran acogida ante la opinión pública. La organización feminista es muy valiosa para la nueva realidad que queremos construir en Chile y el mundo. Cuando inició la emergencia, en la Coordinadora Nacional de Inmigrantes tratamos cómo hacer frente a la situación, ante las escasas medidas que tomaba el Estado. Una de las dificultades que identificamos es que muchas familias iban a quedar sin un sustento diario, porque vivían de la venta ambulante, porque tienen trabajos temporales o simplemente están en irregularidad y trabajan sin ningún contrato.
Al ver esta situación era fundamental brindar apoyo para abastecer a las familias, y la Secretaría de Mujeres Inmigrantes asumió ese trabajo y lo ha llevado a cabo lo mejor que ha podido, y no sólo en términos de acopio, también en el apoyo psicológico en situaciones graves como la violencia de género que se está dando en época de confinamiento, contra la mujer y las disidencias sexuales. Y por supuesto que desde la Red de Periodistas y Comunicadores Migrantes se deben visibilizar estas apuestas de organización popular que nacen del movimiento social migrante.
Sobre la Brigada Migrante de Salud, vemos que esta ha sido también valiosa tanto en terreno como en otros frentes. En lo comunicacional te puedo decir que hay muchas dudas y temores de la población migrante en esta emergencia, que llegan todo el tiempo por diferentes medios a las organizaciones sociales. En este sentido, la brigada conformada por un equipo interdisciplinar ha acudido de manera oportuna a las comunidades.
A: Es claro que no sólo los gobiernos desarrollan estrategias más hostiles y autoritarias, sino que esto compite contra la construcción de tejido popular y solidaridad comunitaria.
D: Así es, la sociedad está reconociendo que ante la ineficacia del Estado, las comunidades se organizan. Hay respuestas tardías o discursos y estrategias xenófobas, frente a las cuales tenemos que responder porque no tenemos de otra.
Las iniciativas migrantes, ponen en evidencia, una vez más, la crisis por la que atraviesa el Estado. Estas apuestas alternativas y populares hacen parte de la nueva construcción de identidad social que se está forjando, una más solidaria que no responde a las reglas del mercado.
Afshin Irani
Licenciado en filosofía y estudiante del Magíster en Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad de Chile.