En esta entrevista, realizada un día antes de la destitución de los ediles, el vicepresidente del Grupo Parlamentario del HDP en el Parlamento de Turquía, Saruhan Oluc, relata cómo durante los últimos años el gobierno ha detenido a más de 6 mil militantes del partido, incluyendo parlamentarios, dirigentes, miembros de base, en una campaña represora que además ha apuntado a sindicalistas, académicos, y opositores de toda índole.
por Felipe Ramírez
Imagen / publicidad del HDP en Turquía, para las elecciones generales de 2015. Fuente: Wikipedia.
Desde hace algunas semanas las fuerzas de seguridad de Turquía han desplegado una fuerte represión en contra de los militantes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP por su sigla en turco), el principal referente de izquierda del país.
El conflicto se desató a partir de la destitución de los alcaldes del HDP en los tres principales municipios kurdos: Amed (Diyarbakir), Van y Mardin, bajo la acusación de tener lazos con el partido-guerrilla “Partido de los Trabajadores del Kurdistán” (PKK).
A pesar de que los principales noticiarios se han concentrado en las tensiones existentes en Hong Kong, los turcos y kurdos que se han opuesto a la medida represiva implementada por el gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan han debido enfrentar mucho más que golpes, gas lacrimógeno y arrestos recibidos por los manifestantes chinos.
En esta entrevista, realizada un día antes de la destitución de los ediles, el vicepresidente del Grupo Parlamentario del HDP en el Parlamento de Turquía, Saruhan Oluc, relata cómo durante los últimos años el gobierno ha detenido a más de 6 mil militantes del partido, incluyendo parlamentarios, dirigentes, miembros de base, en una campaña represora que además ha apuntado a sindicalistas, académicos, y opositores de toda índole.
A ello se suman sangrientos atentados con bombas en mítines electorales, manifestaciones y reuniones, ataques a locales, y la destrucción de numerosos pueblos y barrios kurdos con bulldozer y tanques, en enfrentamientos que se saldaron con cientos de muertos, que en su momento no concitaron mayor revuelo internacional, en una guerra con trasfondo étnico que se arrastra desde hace décadas.
Oluc explica la visión del partido sobre el país, los principales desafíos que deben enfrentar las fuerzas democráticas ante el creciente autoritarismo del gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), y las posiciones que defiende el HDP, una organización que se ha construido desde la confluencia entre el nacionalismo de izquierda kurdo, sectores de trabajadores, estudiantes, profesionales y colectivos discriminados y oprimidos -alevís, armenios, cristianos, LGBT, mujeres-.
Luego de los resultados de las elecciones locales en Estambul y otras localidades ¿cómo evalúa el partido la posición del gobierno del AKP?
La alianza entre el AKP y el nacionalista MHP experimentó una clara derrota en las recientes elecciones locales, especialmente en las ciudades más grandes de Turquía, como Estambul, Ankara e Izmir.
En la primera, donde la Alta Junta Electoral ilegalmente forzó la repetición de la votación, el que la derrota de Erdogan y el bloque AKP-MHP haya sido por un margen aún mayor que la primera vez fue un shock.
En un país democrático, luego de una derrota de este calibre, el partido en el gobierno habría aceptado sus errores y habría iniciado reformas, y los responsables de los resultados habrían renunciado. Sin embargo, a pesar de que han pasado varios meses, el AKP no ha cambiado sus posiciones.
El balance político en Turquía se ha vuelto demasiado complejo como para ser analizado sólo a partir de las elecciones. El dúo AKP-MHP está comprometido con un estilo de gobierno autocrático y no democrático, y muestra resistencia a tomar pasos positivos en materias como el Estado de derecho, la democracia local, los derechos democráticos, la libertad y la separación de poderes.
Por otro lado, la guerra en Siria ha estado dando forma tanto a la política exterior de Turquía como a su política doméstica durante los últimos años. Esta compleja situación continuará hasta que el punto muerto sirio sea resuelto, y un nuevo régimen democrático constitucional se constituya en Siria. Nosotros sólo podemos hacer predicciones sobre Erdogan y el próximo paso de su alianza.
Pero de seguro sabemos que hay una creciente insatisfacción entre la base electoral del AKP, tal como demostraron las últimas elecciones, y esta división es mucho más profunda de lo que se ha podido ver hasta ahora.
El Partido Republicano del Pueblo (CHP) es visto por muchos como una organización de centro-izquierda, e incluso como un partido socialdemócrata. ¿Cómo entienden la actual política del tradicional partido kemalista?
El CHP no ha estado actuando de acuerdo a los principios universales de la socialdemocracia, y ese es el principal problema que existe con ellos. En particular, su política estatista no sirve ni para la democratización que necesita Turquía, ni para la paz en la región, en particular en Medio Oriente.
Estos problemas continuarán mientras el CHP no abandone su agenda conservadora y continúe compitiendo con el AKP y el MHP respecto a las posiciones nacionalistas.
Para convertirse en una alternativa al AKP, el CHP deben impulsar políticas distintas a las del gobierno, en especial respecto al tema kurdo. En Turquía no hay progreso posible a menos que haya una postura audaz y decisiva en esta materia, y que tome pasos claros en favor de la esencial igualdad y la libertad de las diferentes culturas, creencias e identidades que coexisten en Turquía.
¿Hay alguna posibilidad de que se alcance una alianza entre el HDP y el CHP en contra del bloque conservador y nacionalista del AKP-MHP?
En la última elección, con la táctica electoral que implementamos en las ciudades metropolitanas occidentales logramos resultados que permitieron ampliar la lucha contra el partido en el poder, pero fue una alianza sustentada en el voto, con el objetivo de fortalecer la lucha por la democracia, en una táctica que se probó exitosa en limitar la hegemonía del AKP-MHP.
Pero aquí hablamos de un problema que va mucho más allá de las elecciones. Turquía necesita una amplia alianza democrática que no puede ser constituida únicamente por los partidos políticos, sino que debe incluir ONG’s, sindicatos, asociaciones profesionales, iniciativas ciudadanas, movimientos de mujeres y de la juventud, de manera que pueda alcanzar una constitución liberal y democrática, y reformas en muchas áreas, en particular en materia judicial.
El Partido Comunista de Turquía (TKP) venció en Dersim en las últimas elecciones ¿cómo es la relación del HDP con los comunistas?
El alcalde electo y el consejo municipal, en el que nuestro partido es mayoritario, trabajan en armonía por el pueblo de Dersim.
¿Cuáles son los sectores sociales en los que el HDP tiene mayor presencia? ¿Sindicatos, organizaciones estudiantiles, de la sociedad civil?
Con el intento de Golpe de Estado de 2016 y el consiguiente Estado de Emergencia -que aún se mantiene en efectos prácticos y legales- las áreas sociales han sido dispersadas y las organizaciones sindicales y de la sociedad civil han sufrido los mayores impactos, mientras que las actividades del HDP entre la juventud y las mujeres continúan de manera organizada y con gran determinación.
Debe decirse que las actividades políticas en el área social no pueden avanzar al nivel deseado debido a la represión y los arrestos que siguieron a la reactivación del conflicto entre el Estado de Turquía y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
¿Cuál es la posición del HDP respecto a la represión que el Estado turco ejerce contra el pueblo kurdo? ¿Apoyan una visión de Turquía como un país plurinacional?
Actualmente cerca de 6 mil miembros de nuestro partido: dirigentes, exparlamentarios y alcaldes se encuentran en prisión, y muchos otros han sido forzados a exiliarse. Estas acciones buscan liquidar al HDP de la política democrática y de los gobiernos locales, y se han intensificado desde 2015.
Los problemas de la democracia turca no pueden resolverse a menos que se solucione el “problema kurdo”, porque no es posible hablar de una verdadera democracia y de un Estado de Derecho en un país donde hay un entendimiento que ignora, e incluso de tiempo en tiempo aplica políticas de aniquilación contra una parte de la sociedad. Una solución democrática y pacífica al problema kurdo es parte del programa político del HDP y nuestras políticas están formadas con este entendimiento.
La sociedad turca es una mezcla de diferentes culturas, pueblos y creencias. A pesar de las prácticas homogeneizadoras y la ideología oficial llevada a cabo por el Estado desde los primeros años de la República, y a pesar de toda la negación y las políticas de asimilación, esta estructura social diversa no ha podido ser eliminada. La ideología homonegeizadora es también la causa de todas las crisis en la historia de la República. La única manera de resolver el actual conflicto, y cualquiera futuro, es aceptar esta estructura diversa y hacer los cambios constitucionales y legales acordes a esa realidad. Mejorar la democracia local en todo el país, y descentralizar los mecanismos de gobierno local son los otros pasos cruciales.
¿Cómo ven la situación política en Medio Oriente?
Cuando miramos los problemas de la región, identificamos razones similares: falta de democracia y de coexistencia de diferentes comunidades sociales bajo condiciones igualitarias. Estos problemas son exacerbados por los poderes globales, que apoyan a través de intervenciones militares o políticas la formación de administraciones que no están interesadas en el bien de los pueblos, y que después buscan rediseñar las políticas y sociedades cuando estas administraciones se vuelven contra ellos.
La guerra en Siria demuestra una vez más que este ciclo de eventos debe terminar. La única solución real a los problemas de nuestra región se encuentra en administraciones democráticas que permitan que los pueblos de la zona puedan vivir juntos en mutuo respeto. De otra manera, el traspaso del poder de un grupo a otro sólo servirá para conformar el próximo conflicto. De hecho los pueblos de esta tierra ancestral tienen la experiencia de vivir juntos. Esto debe ser recordado una vez más.
Activista sindical, militante de Convergencia Social, e integrante del Comité Editorial de Revista ROSA. Periodista especialista en temas internacionales, y miembro del Grupo de Estudio sobre Seguridad, Defensa y RR.II. (GESDRI).