¿Qué pasa en Brasil, el reino del revés? Las actitudes criminales del juez y el fiscal

A cada revelación queda más claro el carácter de Lava Jato, una organización ideológica que se mueve en las márgenes de la ley, como el brazo jurídico de un estado miliciano. Pero existe un dato fundamental: quien es el dueño de la pelota en este momento es The Intercept, que se mueve a partir de los tiempos del periodismo investigativo y no en los tiempos de la política.

por Andrés del Río y Andrés Rodrigues

Imagen / Protestas en Brasilia, 17 de abril 2016, a la izquierda los adherentes a Dilma, a la derecha los que apoyaban su destitución. Fuente: Wikimedia.


El actual ritmo brasilero nada tiene que ver con el carnaval. El ritmo hoy en día es establecido por el sitio de noticias The Intercept (Brasil) a partir de la revelación de conversaciones mantenidas vía chat entre el juez federal Sergio Moro y procuradores del ministerio público federal, sobre la mega causa Lava-Jato.

Desde el último domingo 9 de junio, Brasil cerró la noche con 4 entregas de noticias sobre conversaciones filtradas mantenidas entre esas instituciones. Pero ¿de qué se tratan esas conversaciones?, ¿cuáles son las implicaciones? y ¿qué acciones podemos observar como respuesta de los involucrados, el gobierno nacional y los medios de comunicación?

En primer lugar, la mega causa Lava Jato es la que dictó el ritmo de la agenda política brasilera de los últimos años, desde marzo de 2014. A partir de sus constantes operaciones se fue descubriendo diversos esquemas de corrupción. Estas operaciones estaban asentadas a partir de delaciones premiadas, muy criticadas por los diferentes sectores políticos. Estas operaciones fueron asiduamente comentadas como ataques jurídicos contra sectores específicos de la sociedad, en particular, contra el Partido de los Trabajadores (PT).

El juez federal Sergio Moro, apoyado por los grandes grupos de telecomunicaciones, se tornó rápidamente en ídolo de sectores reaccionarios y contrarios al gobierno de Dilma Rousseff (PT). Estas operaciones de la Lava Jato fueron erosionando de forma permanente al PT. Las operaciones parecían ser pensadas de forma estratégicas para tener más visibilidad y generar efectos contra el gobierno. Una estrategia conocida como Lawfare.

El juez Moro, conjuntamente con los principales procuradores del Ministerio Público Federal, se tornaron en personajes de relevancia en la escena política nacional. Un efecto muy criticado por diferentes sectores, colocando la imparcialidad de la justicia en el precipicio.

Al llegar al poder en 2019, el nuevo presidente brasilero, Jair Bolsonaro, designó como súper ministro de justicia al entonces juez federal Sergio Moro, multiplicando las sospechas sobre la utilización de la justicia con fines políticos contra ciertos sectores de la oposición. Principalmente por su actuación en el caso del ex presidente Lula cuja prisión fue fundamental para la elección de Bolsonaro.

Con la revelación de las conversaciones filtradas mantenidas entre el juez Moro y el líder de los procuradores del Ministerio Público Federal y responsable por la Lava Jato, Deltan Dallagnol, la máscara se está cayendo a pasos agigantados.

The Intercept Brasil, a partir de material que recibió[1], fue lanzando informes sobre tales conversaciones. Y la gran mayoría de estas acciones quiebran reglamentos institucionales internos, además de violentar la Constitución Federal Brasilera. De forma resumida, un informe demuestra la colaboración prohibida entre el juez federal y el procurador Deltan Dallagnol. Además, demuestra las dudas sobre las débiles pruebas existentes contra el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. También se exhibe en The Intercept como los procuradores de la Lava Jato orquestaban clandestinamente para impedir entrevistas con Lula da Silva antes de las elecciones por miedo a que estas ayudasen a elegir a Fernando Haddad, candidato a presidente del Partido de los Trabajadores.

Al atardecer del día 12 de junio, fueron publicadas por The Intercept Brasil las conversaciones completas, exponiendo todavía más la promiscuidad institucional entre las diferentes partes. Tal vez el trecho más importante sean los comentarios de Dallagnol sobre su conversación con el ministro del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux. En esta se demuestra la articulación del ministro Fux con Moro y Dallagnol contra el ministro del Supremo Tribunal Federal, Teori Zavascki, relator principal de la Lava Jato en el alto tribunal. Una aberración institucional, actuando como facción criminal con objetivos políticos. Se destaca que Teori Zavascki murió de un enigmático accidente aéreo en el comienzo del año 2017. Se remarca, que el ministro Fux fue quien negó las entrevistas con Lula da Silva y rechazo el habeas corpus del ex presidente.

El sistema penal brasileño es acusatorio y reserva al juez la tarea de valorar las pruebas presentadas sin inclinación ni preferencia entre la defensa y la fiscalía, a la que compete investigar y presentar evidencias. Así están repartidas las funciones en las instituciones brasileñas. Por el material divulgado por The Intercept Brasil, parecería que la colaboración clandestina y facciosa contra sectores políticos fue la norma, actitud vedada por diferentes normativas. Los motivos de impedimento están previstos en el artículo 252 del Código de Proceso Penal, mientras que los motivos de suspensión se establecieron en el artículo 254 del Código de Proceso Penal.

Desde el golpe a Dilma Rousseff, Brasil tiene un estado de derecho pos-impeachment. Este nuevo estado de derecho artificial es parcial, con una pretensión de legalidad y continuidad. A partir del golpe, el aparato del Estado tuvo como objetivo sacar de las elecciones al candidato preferido Luiz Inácio Lula da Silva. De esta manera, primero se realizó un golpe contra una presidente democráticamente electa sin existir crímenes[2][3] y se sacó de la disputa presidencial al principal candidato a ganar las elecciones. Bolsonaro es una consecuencia de este nuevo estado de derecho brasileño.

La información revelada por The Intercept Brasil coloca en la mesa todo el proceso de excepción desde 2016. Y parte fundamental de este proceso fue quien fue estableciendo el ritmo de la agenda política, el juez Moro a partir de la Lava Jato. Pero en este proceso de excepción, diversas instituciones y actores fueron parte o conniventes, como por ejemplo los medios de comunicación, o el Consejo Nacional de Justicia, responsable por fiscalizar la justicia archivando las denuncias de las excepcionalidades de la causa Lava Jato, entre otros.

Ante el estallido de información secreta y de alto voltaje, los diferentes actores e instituciones del escenario nacional se fueron posicionando. En primer lugar, el presidente Jair Bolsonaro eligió el silencio y la acción, simultáneamente. Nada de declaraciones, solo gestos[4]. Así, como primer gesto ante las primeras revelaciones The Intercept Brasil, el presidente Bolsonaro condecoró a Sergio Moro con la Medalla del Orden del Mérito Naval[5]. Este gesto está lejos del pedido de diferentes asociaciones de juristas y magistrados que indicaron su remoción como ministro de justicia[6][7]. En esta línea, la Orden de Abogados Brasileños, de forma unánime remarcaron el pedido de alejamiento y destacaron que las conversaciones amenazan el estado de derecho[8]. En el mismo sentido, los consejeros del Ministerio Público enviaron un “pidiendo” para que la Corregiduría Nacional del órgano abra una investigación contra el procurador Deltan Dallagnol. La Asociación Brasileña de Juristas Democráticos, en nota lanzada el 11 de junio declaró: “La Lava Jato no atentó apenas contra la libertad del ex presidente Lula, sino contra la democracia brasileña, en la medida en que turbinó intencionadamente el impeachment de la ex presidenta Dilma e impidió que las elecciones presidenciales de 2018 llegar a un resultado diferente de lo alcanzado”[9].

El miércoles 12 de junio, Bolsonaro apareció conjuntamente con el exjuez y hoy ministro de justicia, Sergio Moro, en la platea del estadio Mane Garrincha en Brasilia en un juego de Flamengo, popular equipo de futbol de Rio de Janeiro[10]. Finalmente, cuando Bolsonaro decidió abrir la boca y dejar de realizar solamente gestos, declaró: el legado de Moro contra la corrupción “no tiene precio”[11]. Por su parte, el ex general e actual vicepresidente Hamilton Mourão minimizó las revelaciones: “Conversación privada es conversación privada”[12]. Una declaración típica de cuartel y no de estado democrático. Pero no solo hubo apoyo para el juez Moro, porque se produjo una larga fila de líderes políticos denunciando al ex juez y hoy ministro de justicia[13].

Por su parte, los medios de comunicación fueron posicionándose ante este nuevo escenario. En general, los medios resaltan el origen ilegal de las revelaciones y no el contenido de ellas. Conducta contraria al apoyo que realizaron cuando el juez Moro liberó de forma irregular escuchas de conversaciones entre la entonces presidente de la nación, Dilma Rousseff, y el ex presidente Lula da Silva. Si bien existen algunas posiciones que muestran preocupación con todas las novedades, la gran mayoría intenta proteger el proceso golpista iniciado en 2016. Según investigación del Manchetometro, de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro, indica: “Si el primer día de la cobertura hubo espacio para apuntar críticas al contenido de las conversaciones y otras voces, como la defensa de Lula, del segundo al tercer día dio lugar a la narrativa de una conspiración criminal contra el Ministerio Público y la Operación Lava Jato. Se pasó a ganar espacio la descalificación del material, sea por el método de obtención de su contenido o por la alegación de riesgo de inautenticidad.[14]”. En las redes sociales, donde Bolsonaro tiene su público cautivo, el hashtag la #morotraidordapatria ya era el tema más comentado de Brasil y se transformó en trendingtopic mundial el 13 de junio[15]. A pesar del apoyo de los aliados históricos, la imagen de Sergio Moro comenzó a destruirse, cayendo 10 puntos en tres días[16]. Recordemos que Sergio Moro es el político más popular del gobierno de Bolsonaro, aunque el gobierno de Bolsonaro está cada vez peor en su imagen general. Según una encuesta de opinión reciente (Atlas), la evaluación sobre el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro se mantiene prácticamente en el mismo nivel del mayo, con el 37,4% de las opiniones entre malo y pésimo (en mayo era 36,2%) y el 30,4% entre bueno y óptimo (era 28,6% el mes pasado). Otro 29,8% considera su gestión regular y el 2,4% prefieren no opinar[17]. O sea, más de 65% de la población considera el gobierno de Bolsonaro de forma negativa.

Uno de los principales afectados en este proceso fue el presidente Lula da Silva, actualmente en la prisión. Los sectores de la oposición remarcan, con las conversaciones reveladas, sobre el perfil político del juicio contra el ex presidente y sobre sus notorias irregularidades. Hasta el verborreico ministro del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes, se posicionó apoyando la liberación del ex presidente, afirmando que las conversaciones filtradas son pruebas válidas[18]. En la primera entrevista a Lula da Silva después de las filtraciones, el ex presidente declaro que Moro es un mentiroso[19].

Estamos en los primeros días de una nueva trayectoria impuesta por las informaciones traídas por el The Intercept. Todos están pensando la estrategia a tomar en este escenario de revelaciones. A cada revelación se queda más claro el carácter de Lava Jato de una organización ideológica que se mueve en las márgenes de la ley, como el brazo jurídico de un estado miliciano. Pero existe un dato fundamental: quien es el dueño de la pelota en este momento es The Intercept, que se mueve a partir de los tiempos del periodismo investigativo y no en los tiempos de la política. Así, la incertidumbre de lo que vendrá, paraliza y genera ansiedad en el mundo político. En un país donde los principales medios de comunicación se mueven de forma compacta y con parcialidad irritante, el trabajo de The Intercept es una novedad y un desafío.

Ahora, cada día puede existir una nueva revelación. Brasil está al ritmo de la samba, elegido por The Intercept.

 

 

Notas

[1]https://theintercept.com/2019/06/09/editorial-chats-telegram-lava-jato-moro/

[2]http://g1.globo.com/jornal-nacional/noticia/2016/06/pericia-conclui-que-dilma-nao-participou-de-pedaladas-fiscais.html

[3]http://www.socialistamorena.com.br/em-um-ano-dilma-foi-inocentada-pelo-menos-cinco-vezes-das-acusacoes-do-impeachment/

[4]https://brasil.elpais.com/brasil/2019/06/11/politica/1560285570_629677.html

[5]http://www.tupi.fm/politica/bolsonaro-condecora-moro-com-a-ordem-do-merito-naval/

[6]https://brasil.elpais.com/brasil/2019/06/10/politica/1560188412_456937.html

[7]http://www.ihu.unisinos.br/589918-juizes-pela-democracia-defendem-exoneracao-de-moro-e-imediata-soltura-de-lula?fbclid=IwAR370cCtgyhSi8DSWgx4T6P46MiszaT3qg6F322ALOO95zDrjl7AMbb2iQ8

[8]https://www.cartacapital.com.br/politica/moro-na-parede-ministro-perde-apoios-fundamentais-e-esta-isolado/

[9]http://www.abjd.org.br/2019/06/artigo-vaza-jato.html

[10]https://g1.globo.com/politica/noticia/2019/06/12/bolsonaro-leva-moro-para-jogo-do-flamengo-em-estadio-de-brasilia.ghtml

[11]https://oglobo.globo.com/brasil/em-defesa-de-moro-bolsonaro-diz-que-legado-do-ex-juiz-contra-corrupcao-nao-tem-preco-23736753

[12]https://g1.globo.com/politica/noticia/2019/06/10/mourao-diz-que-moro-tem-a-confianca-de-bolsonaro-e-que-conversa-privada-e-conversa-privada.ghtml

[13]https://www.redebrasilatual.com.br/politica/2019/06/vazamento-lava-jato-escandalo-renuncia-de-moro/

[14]http://www.manchetometro.com.br/index.php/publicacoes/serie-m/2019/06/14/a-cobertura-da-vaza-jato-no-jornal-nacional/?utm_source=LISTA%20GERAL&utm_campaign=4fe71534ef-EMAIL_CAMPAIGN_2017_10_07_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_3e1495bed7-4fe71534ef-256106161

[15]https://www.brasil247.com/pt/247/midiatech/396595/morotraidordapatria-explode-como-trending-topic-mundial.htm

[16]https://www.valor.com.br/politica/6305255/avaliacao-de-moro-cai-10-pontos-mostra-1-pesquisa-apos-mensagens

[17]https://brasil.elpais.com/brasil/2019/06/13/politica/1560425634_536159.html

[18]http://m.cbn.globoradio.globo.com/media/audio/263662/gilmar-mendes-afirma-que-dialogos-entre-moro-e-pro.htm?fbclid=IwAR05p3Z2ttMzZ-FFhi7XxZ_QLJqzGIELbVEZB3q5a4H0q-ORuIHvfinaVwY

[19]https://exame.abril.com.br/brasil/em-1a-entrevista-apos-caso-moro-lula-afirma-a-tvt-que-ex-juiz-e-mentiroso/

Andrés del Río
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Doctor en Ciencias Políticas IESP-UERJ. Profesor Adjunto en Ciencia Política Universidad Federal Fluminense, Río de Janeiro, Brasil.

André Rodrigues
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Doctor en ciencias políticas IESP-UERJ y Profesor Adjunto de la Universidad Federal Fluminense (UFF)